El secretario general de la Interpol, Jürgen Stock, apostó hoy en Roma por una mayor coordinación entre países para afrontar el regreso de terroristas extranjeros a sus países a causa del aumento de la presión sobre el grupo Estado Islámico (EI).
«Al compartir información a nivel mundial a través de la Interpol, los países amplían su perímetro de seguridad nacional, permitiendo la identificación de una amenaza lejos de su propio territorio o incluso cerca de casa», señaló Stock.
Stock estimó que aún 15.000 combatientes terroristas extranjeros de 80 nacionalidades permanecen en zonas de conflicto y alertó de que con el aumento de la presión en países como Irak, donde está en curso la toma de Mosul, muchos podrían regresar a sus países.
«La preocupación es lo que estos combatientes terroristas extranjeros podrían hacer con los conocimientos adquiridos en la batalla y las redes en las que podrían ser reclutados cuando abandonen los escenarios bélicos», advirtió.
El jefe de la Interpol apuntó que para hacer frente a esta amenaza «no se necesitan nuevos sistemas de intercambio de información» sino recurrir a los ya existentes pero aprovechando todo su potencial.
En el acto participan, además de los titulares del Interior del G6, autoridades comunitarias como el comisario europeo de Migraciones, Asuntos de Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos.