El negocio de los móviles “tontos”, esos que no tienen conexión a internet, está en “claro decrecimiento” y se reducirá a la mitad de aquí a 2020, pero aún existe un nicho de mercado para ellos
Una azafata muestra un nuevo modelo de móvil de cuarta generación (4G) durante el Congreso Mundial de Telefonía Móvil. EFE/Toni Albir.
En 2015, el 25 % de los terminales móviles comercializados en todo el mundo fueron este tipo de dispositivos sencillos (“feature phones”), una cifra que en España fue del 8 % en España, indica a Efe el director general de la consultora IDC en España, José Antonio Lorenzo.
El pasado año se vendieron 540 millones de móviles sin conexión a internet e IDC prevé que la cifra baje hasta los 220 millones en 2020, ya que los teléfonos inteligentes se les acercarán cada vez más en precio y es éste el principal factor de decisión de compra.
Según estimaciones de Gartner, en 2016 el 18 % de los terminales móviles que se venderán en todo el mundo no tendrá conexión a internet.
La venta de la marca Nokia a la china Foxconn y a la finlandesa HMD ha vuelto a poner de actualidad estos móviles sencillos, “tontos” o clásicos. Microsoft se ha deshecho del negocio de los “feature phones”, que hizo tan grande a Nokia antes del “boom” de los teléfonos inteligentes, por 350 millones de dólares.
El precio de estos teléfonos, la falta de infraestructuras de redes de internet y el precio de las conexiones en determinados países siguen propiciando la compra de estos móviles.
Los móviles “tontos” no se conectan a internet -carecen de conectividad wifi y 3G-, no suelen tener pantallas táctiles y la duración de su batería es prolongada, explica Lorenzo.
En los mercados más maduros, donde reina el teléfono inteligente, son tres las razones por las que se siguen adquiriendo este tipo de aparatos, según el analista.
Aún hay quien sólo desea estar comunicado mediante llamadas y mensajes de texto y, por tanto, no necesita un “smartphone”.
Otros, por contra, requieren de un segundo terminal que ofrezca una duración prolongada de batería.
El precio dejará de ser decisivo
Y, por último, quienes optan por estos móviles porque siguen siendo los más baratos y los planes de pago asociados a su uso son también más económicos que los que llevan asociados consumo de datos de internet.
Pero aunque “el precio ya no va a ser un factor decisivo”, sostiene Lorenzo, seguirá existiendo un nicho de mercado que los demandará.
Se trata de personas que viven en regiones donde hay problemas de conexión a internet o en las que se accede por primera vez a un teléfono.
Además, los móviles tontos seguirán siendo la opción elegida por aquellos que no deseen acceder a la red desde un terminal móvil o requieran disponer de mucha batería.
Por el momento, aclara Lorenzo, no se ha detectado un movimiento anti-teléfonos inteligentes que opte por los móviles desconectados.
En el año 2015 se adquirieron en España algo más de 1,4 millones de estos dispositivos, un 23% menos que en 2014, según cifras de IDC. Mientras, el mercado de teléfonos inteligentes subió ese año un 5 % hasta los 16 millones de terminales vendidos.
Son tres los fabricantes que se repartieron la mayoría del mercado, indica Lorenzo: entre Samsung, Nokia y Alcatel comercializaron el 70 % de los móviles clásicos en España en 2015.
Doro, Emporia e incluso algunos operadores de telecomunicaciones -con marca blanca- también ponen en el mercado este tipo de aparatos. EFEfuturo