El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo (i), junto al ministro kazajo de Inversiones y Desarrollo, Asset Issekeshev, durante un foro económico para tratar de afianzar la presencia de empresas españolas en Kazajistán. EFE
El ministro español de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, afirmó hoy en Astaná que España es un «socio fiable» para Kazajistán y puso en valor la experiencia y liderazgo de las empresas españolas para los proyectos que serán puestos en marcha en este país de Asia Central.
García-Margallo pronunció estas palabras durante la inauguración del foro empresarial España-Kazajistán que se celebra hoy en Astaná, la capital del país centroasiático, al que asistió junto al ministro kazajo de Inversiones y Desarrollo, Asset Issekeshev.
Con el fin de apoyar la posición de las empresas españolas que ya operan en este país y de favorecer el inicio de actividades por parte de otras que han mostrado interés, el titular de Asuntos Exteriores destacó la posición estratégica de España como miembro de la UE, puente entre Europa y África y clave en América Latina.
Aseguró que las empresas españolas son líderes en energía, infraestructuras, transporte, medio ambiente, automoción y banca y que pueden aportar su experiencia a Kazajistán.
Puso como ejemplos de proyectos internacionales en los que participan empresas españolas el tren entre la Meca y Medina, el canal de Panamá, la nueva terminal del aeropuerto de Heathrow en Londres, el puerto de Mónaco o el metro de Lima.
«Podemos incrementar nuestras relaciones económicas que tienen un potencial desarrollo», subrayó García-Margallo.
Las empresas españolas, continuó, puedan aportar su experiencia y liderazgo en proyectos que pondrá en marcha el presidente del país, Nursultán Nazarbáyev.
Se trata del plan de privatizaciones 2016-2020 -con acciones en bolsa de distintas empresas estatales- y el plan de la nación (Nurly Zhol Program), con cinco ejes principales de reformas.
El ministro hizo en una intervención en inglés un recorrido por el estado de la economía mundial y la española.
Tras recordar que de las 150 economías más grandes del mundo, 87 son multinacionales y sólo 63 son estados, dijo que en un futuro cercano se ciernen «nubarrones» sobre la economía global por la desaceleración de la economía china y de las economías emergentes y los distintos conflictos regionales.
El ministro apostó por cambios en el sistema de Naciones Unidas, en el orden monetario y en los tratados comerciales, así como un nuevo orden mundial energético y del medio ambiente.
Explicó que España ha sufrido el impacto de la crisis internacional y que el Gobierno de Mariano Rajoy ha llevado a cabo distintas reformas para salir adelante, las cuales empiezan ya a dar resultados positivos, añadió el ministro.
Esta antigua república soviética, el noveno país más grande del mundo en extensión, pasa por momentos de dificultad económica debido a la caída de los precios del crudo en el mercado global.
No obstante, sí ofrece oportunidades para las empresas españolas, ya que además se prepara para acoger en 2017 la Exposición Universal bajo el lema «La energía del futuro», con la que Kazajistán espera consolidarse como potencia regional de Asia Central.
Cuando se confirme la presencia de España en esa cita internacional -no se puede hacer ahora por estar el Gobierno en funciones-, esa Exposición abrirá «una ventana muy favorable para que las empresas españolas tengan visibilidad», según aseguran fuentes diplomáticas.
Kazajistán, que forma parte de la Unión Económica Euroasiática junto con Armenia, Bielorrusia y Rusia, es ya uno de los socios más importantes de España en Asia Central y se trata de uno de los grandes productores de gas y petróleo y del primer productor de uranio en el mundo.
Este país no es desconocido para las empresas y entidades financieras españolas, porque varias trabajan ya en el mismo desde hace años.
El objetivo, según las fuentes diplomáticas, es tener más presencia y reducir la distancia que existe entre España y Kazajistán, que no hay con otros países europeos. EFE
