Acostarse con problemas de visión y después de un sueño reparador despertarse viendo perfectamente suena a ciencia-ficción, pero no lo es. La ortoqueratología lo hace posible, una técnica poco conocida aunque, además de librar de gafas y lentes de contacto durante el día, según los últimos estudios controla y detiene el crecimiento de miopía y astigmatismo en determinados pacientes
Todavía hay muchas personas con miopía que desconocen que pueden librarse de las gafas o las lentillas durante el día y tener una visión nítida, sin someterse a una cirugía. Esto es viable gracias a un tratamiento que fue aprobado por la FDA (agencia americana de alimentos y medicamentos) a finales de los 80, que consiste en la adaptación de unas lentes con un diseño especial que moldea la córnea. Se utilizan de manera continuada durante la noche, de tal forma que una vez que se quitan se ve perfectamente sin necesidad de gafas u otro tipo de prótesis durante las siguientes 8 ó 10 horas.
Cristina Yuste, optometrista especializada en Contactología Avanzada y cofundadora de Óptica Kepler, explica que “la novedad es que ya hay estudios que demuestran que además frena el crecimiento de la miopía. Es un tratamiento especialmente indicado para personas miopes con un máximo de cuatro dioptrías y que no tengan un astigmatismo superior a una dioptría y media, y obtiene muy buenos resultados para controlar la miopía en niños, ya que es el único método sanitario que gradúa la zona periférica de la retina, mientras que una gafa, lentilla, o intervención quirúrgica, actúa sobre la zona central. Estas lentes actúan graduando ambas zonas, un ojo desenfocado crece más y por tanto también crece la miopía, y se ha demostrado que estas lentes lo evitan”.
La ortoqueratología es adecuada para pacientes con corneas delgadas en los que no es posible la cirugía, deportistas y personas que por su profesión precisan buena visión sin gafas ni lentillas. “Cada vez tenemos más clientes que preguntan en Kepler por estas lentes de uso nocturno, pero sigue habiendo gran desconocimiento y cuando les ofrecemos a los pacientes esta posibilidad, les parece increíble”, asegura Cristina Yuste.
