Circulaba a 200 km/hora por la M-40
«Le íbamos persiguiendo a 200 km/h por la M-40», relató un miembro de la Policía a la seguridad de Valdebebas, donde no llegó a entrar el coche policial y sí James.
James, muy nervioso, dio pronto su versión. Primero dijo que iba con prisas porque llegaba tarde al entrenamiento y que no había escuchado el sonido de la sirena ni las órdenes de megáfono por culpa del volumen de la música que llevaba en la radio.
La respuesta no convenció a la autoridad. James, dentro de su nerviosismo, sacó un As de la manga, que fue escuchado con atención por los agentes: «Pensaba que era un secuestro». Argumentó un James que no se había detenido porque en su país es muy habitual que delincuentes utilicen coches sin identificación policial para fingir detenciones a automóviles de lujo y después secuestrar a sus ocupantes. Temía, supuestamente, el talentoso centrocampista colombiano ser víctima de ese método de asalto.
A falta de confirmación oficial de la denuncia de la Policía, el colombiano no empieza con buen pie el 2016.