Policía y ejército reforzarán hoy el número de efectivos desplegados para garantizar la seguridad en las celebraciones de Fin de Año en las grandes ciudades italianas, aunque oficialmente el Gobierno evita indicar que exista una alerta específica.
Las únicas referencias explícitas a una amenaza de terrorismo yihadista fueron en los últimos dos días los anuncios de sendas expulsiones de dos personas por sus simpatías con el Estado Islámico (EI) hechos por el ministro del Interior, Angelino Alfano.
Tres mil policías y más de 6.500 soldados serán desplegados en todo el territorio dentro de las medidas de refuerzo que, en Roma consisten en el despliegue de 800 agentes de policía y 750 guardias urbanos.
Estos se unirán a los militares que patrullan por sus calles tras los atentados yihadistas del pasado noviembre en París; con motivo del Año Santo que comenzó el pasado 8 de diciembre se anunció que hay en Roma 2.300 soldados de refuerzo de la vigilancia.
Su presencia se observa desde hace días en las cercanías del Vaticano, donde el viernes el papa presidirá el acto de celebración de la primera misa del año y la Jornada Mundial de la Paz; el pontífice abrirá por la tarde la puerta de la basílica romana de Santa María la Mayor, dentro de los actos del Jubileo.
El principal acto festivo en la capital será el tradicional concierto en el Circo Máximo que, este año, con múltiples medidas de seguridad.
En su interior estarán prohibidas las botellas de cristal y los petardos u otros explosivos y por sus aledaños no podrá circular ningún vehículo, a excepción de los residentes.
Asimismo la parada de suburbano del Circo Máximo será clausurada a partir de las 21.00 locales (20.00 GMT).
La pasada Nochevieja el 83,5 % de los guardias que debían trabajar no lo hicieron por diversas razones, lo que produjo una gran polémica en la capital.
