El número de niños menores de 15 años diagnosticados de diabetes ha ascendido en los últimos 10 años, un incremento que es especialmente acusado en el caso de la diabetes tipo 2 -esta puede prevenirse-, que ha experimentado un aumento del 50 por ciento.
Así lo ha detallado hoy, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, el coordinador del Grupo de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud, (Red Gedaps), Javier García, quien ha considerado que detrás de este incremento están los cambios en los hábitos de vida de los más pequeños.
«Antes los niños se pasaban el día en la calle jugando y comían lo que les cocinaban sus madres, que iban todos los días al mercado. Ahora se pasan el día delante del televisor y del ordenador y comen comida rápida, con mucho mayor contenido calórico», ha explicado.
El sedentarismo y los malos hábitos alimentarios provocan un aumento de la obesidad infantil y mayor resistencia a la insulina secundaria, y los niños obesos tienen un riesgo del 50 por ciento de hacerse diabéticos en la edad adulta y de padecer problemas cardiovasculares.
Para este especialista, el problema de la diabetes son las complicaciones, que se asocian muy directamente a los años de evolución de la enfermedad, de manera que no es igual desarrollar esta patología a los 70 años que hacerlo a los 15.
Así, a partir de los 10 años de evolución es cuando, si la enfermedad no está bien controlada, empiezan a aparecer las complicaciones, de manera que un joven que ya sufra diabetes a los 15 años puede sufrir complicaciones a los 25.
No obstante, García ha apuntado que la prevalencia de la diabetes tipo 2 en niños es muy pequeña, en torno al 0,1 por ciento, ya que en los niños el 90 por ciento de la diabetes es del tipo 1.