El profesor de Teología Fundamental de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma) Giuseppe Tanzella-Nitti explicó en la ‘III Lección Conmemorativa Mariano Artigas’ que “la Ciencia debe asomarse a las ventanas de la Filosofía y la Teología”
En la conferencia, Giuseppe Tanzella-Nitti insistió en el encuentro entre las tres disciplinas, pues “en el método científico y en la actividad del hombre de ciencia, como actividad humana personal, hay aperturas y puntos de enganche hacia la trascendencia”.
La Lección Conmemorativa, que organiza cada dos años el Grupo de Investigación Ciencia, Razón y Fe (CRYF) de la Universidad de Navarra, rinde homenaje al profesor Mariano Artigas (1938-2006), pionero en el diálogo entre ciencia, filosofía y teología en el ámbito académico.
El profesor de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, encargado de dictar la conferencia de la III Lección Conmemorativa, recordó a Mariano Artigas con agradecimiento, pues le permitió descubrir que “muchos hombres de ciencia poseen una filosofía implícita”. En su conferencia, que tituló ‘¿Se puede hablar de Dios en el contexto de la ciencia contemporánea?’, subrayó la “importancia de un esfuerzo por utilizar un lenguaje que sea comprensible”.
Giuseppe Tanzella-Nitti comparó el diálogo del trabajo científico con las ventanas de una casa, pues aseguró que aunque se encuentren en la vida diaria, “se requiere el esfuerzo de asomarse para ver más allá”. Tras lo que añadió que cuando el científico mira más allá no deja de ser un buen hombre de ciencia, sino que además busca la verdad”.
En este camino, donde convergen científicos, filósofos y teólogos, son estos últimos quienes pueden enseñar “la estrella guía de la revelación”, según Giuseppe Tanzella-Nitti, quien comentó que el teólogo “tiene la palabra misma de Dios que viene al encuentro del hombre. Y el hombre de ciencia y el filósofo pueden ayudar a recuperar la dirección justa, lo que no exime de la fatiga de seguir caminando”.
La búsqueda de la verdad
Giuseppe Tanzella-Nitti concluyó refiriéndose a la “oportunidad” de que en la Universidad de Navarra estudiosos de distintas disciplinas busquen “la verdad” juntos por medio de un trabajo “interdisciplinar riguroso, no improvisado, ni simplemente mediático en el sentido más pobre del término”.
“El trabajo científico que se hace aquí -añadió el profesor- no es un trabajo reduccionista, ni autorreferencial, ni materialista. Está hecho con pasión”. De esta forma, prosiguió, los resultados que se alcanzan enriquecen a la Ciencia, la Filosofía y la Teología, pues “sin este diálogo, cada una de estas disciplinas serían más pobres”.
