Tras el empate del pasado sábado en Leganés y la jornada de descanso de ayer martes, Enrique Martín Monreal y sus jugadores reanudan sus entrenamientos en las Instalaciones de Tajonar.
La intensidad es la seña de identidad del técnico en los entrenamientos y los jugadores tienen claro que hay que ir a por cada balón como si fuera el último y no dar ninguna pelota por perdida, es la seña de identidad de Osasuna que hay que mantener en este final de liga.
Para eludir el fatídico descenso a 2ª B, Osasuna está obligado a ganar sus dos encuentros y esperar el tropiezo de sus rivales que le aventajan el gol particular.