Que Andalucía tiene graves problemas no lo duda nadie. Pero que la solución a estos problemas, venga otra vez, de la mano de un partidos políticos, como por ejemplo, el de Susana íiaz, pese a haber sido el más votado en las últimas elecciones, tampoco lo duda nadie.
El caso de los EREs, amén de otros casos de corrupción, son una losa muy difícil de superar en el panorama político andaluz. Para una de las comunidades con indicadores socio económicos más bajos de España, el juego que se traen entre manos los partidos politicos no es la mejor de las soluciones: el PSOE ha querido lavar su cara antes de catástrofes electorales futuras como, por ejemplo, la que le vaticinan aquí en Navarra; el PP aguantar el chaparrón de la pérdida de votos; Podemos y Ciudadanos, «A río revuelto, ganancia de pescadores» e IU subsistir ante su fracaso.
Ninguno aporta soluciones ante quienes las demandan, los ciudadanos. Se imponen soluciones radicales, quizás una reforma electoral a la manera de EEUU; quizás un acuerdo de todos y para todos. Los ciudadanos deberian tener la palabra, no solo el voto.