El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha condenado severamente este viernes la resolución del Parlamento Europeo (PE) en la que solicita que Turquía reconozca el «genocidio» armenio de 1915, considerando que la petición simboliza el aumento del «racismo» en Europa.
«Si quiere contribuir a la paz, el Parlamento Europeo no debería tomar decisiones que inciten al odio hacia una cierta religión o grupo étnico», declaró Davutoglu ante la prensa en Ankara. «Este asunto va más allá de la cuestión turco-armenia. Es un nuevo símbolo del racismo en Europa», agregó.
El jefe del Gobierno islamo-conservador turco también denunció la presencia, en el seno de la Eurocámara, de diputados nacionalistas o de extrema derecha. «Todos los grupos marginales de Europa han logrado hacerse con escaños en el Parlamento Europeo», lamentó Davutoglu.
Según se acerca el centenario de las masacres de armenios cometidas por el Imperio Otomano en 1915, aumenta la tensión entre Turquía, que rechaza categóricamente la calificación de «genocidio», y los países o instituciones que incitan a definir como tal esas matanzas.
El papa Francisco provocó la ira de Ankara utilizando la palabra «genocidio» la semana pasada en una visita a Armenia.
Según Ereván, con la que coinciden numerosos historiadores y muchos países, en 1915 tuvo lugar una campaña de eliminación sistemática que costó la vida a 1,5 millones de armenios. Turquía, por su parte, solo reconoce la muerte de medio millón, y asegura que murieron víctimas de grupos armados, deportaciones y hambruna.