La «Caverna del Puente de Arco», una réplica de la cueva de Chauvet descubierta hace 20 años en el suroeste de Francia con unas pinturas rupestres de 36.000 años de antigüedad, será inaugurada el viernes por el presidente François Hollande.
A vista de pájaro, un kilómetro separa la verdadera cueva, inscrita en junio pasado en el patrimonio mundial de la Unesco, pero cerrada al público para preservar su tesoro, de su reproducción al milímetro.
La cueva de Chauvet original, cerrada durante 20.000 años gracias a un desprendimiento de roca que tapió su entrada, fue descubierta el 18 de diciembre de 1994 por tres aficionados a la espeleología: Jean-Marie Chauvet, Eliette Brunel y Christian Hillaire.
El prehistoriador Jean Clottes que ha inspeccionado la cueva desde unos pocos días después de su descubrimiento llevó a cabo la investigación científica de la cavidad Ardèche entre 1998-2006
La Cueva de Chauvet y sus pinturas rupestres, Patrimonio Mundial de la UNESCO
A 25 metros de profundidad, en el sur de Francia, se encuentra “la expresión excepcional de la primera creación artística del hombre”: la Cueva de Chauvet. La UNESCO decidió este domingo 22 de junio de 2014 convertir los mil dibujos rupestres más antiguos de los que se tenga noticia en Patrimonio Mundial, destacando su valor de “testimonio único” del Paleolítico superior.
Durante 23.000 años, la Cueva de Chauvet mantuvo en secreto miles de dibujos de osos, rinocerontes, leones, panteras, bisontes. Se trata de las pinturas rupestres más antiguas de las que se tenga noticia, una “joya” que quedó al descubierto en 1994 por un deslizamiento de roca, que permitió su redescubrimiento a tres espeleólogos: Jean-Marie Chauvet, Christian Hillaire y Eliette Brunel.
En junio de 2014, el comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO reconoció la excepcionalidad de la cueva, al estimar que la inmensa gruta, situada a 25 metros bajo tierra en una meseta calcárea del sur de Francia, es «un testimonio único y excepcionalmente bien conservado».
«Los vestigios arqueológicos, paleontológicos y artísticos de la gruta ilustran, como ninguna otra del comienzo del Paleolítico superior, la frecuentación de las cuevas para prácticas culturales y rituales», subrayó el Comité de la agencia de la ONU especializada en las artes, la educación y la cultura.