Cuando la guerra en Siria ha entrado en su quinto año, el director de los servicios de inteligencia estadounidenses declaró que su país no quiere una caída del régimen de Damasco.
«Ninguno de nosotros, Rusia, Estados Unidos, la coalición, y los estados regionales, quiere ver un colapso del gobierno y de las instituciones políticas en Damasco», afirmó Brennan en Nueva York ante el Consejo de Relaciones Exteriores.
Los «elementos extremistas» están «en ascenso ahora mismo» en algunas partes de Siria y «lo último que queremos hacer es dejarles entrar en Damasco», apuntó el jefe de inteligencia, quien abogó por «reforzar» a la oposición siria moderada.
La ONU denunció el viernes el «inaceptable» costo humano de la guerra en Siria, en la cual han muerto más de 200.000 personas, y exhortó a los dirigentes mundiales a superar diferencias para poner fin al sufrimiento de los civiles.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Reino Unido, informó que casi 13.000 sirios murieron torturados en prisiones del régimen sirio desde el inicio del conflicto.