Varias veces ha solicitado Bárcenas la libertad, pero nada de nada. Sin embargo, hoy la Audiencia Nacional le concede la libertad basada en tres razones: que Bárcenas ya lleva 19 meses en prisión, que la investigación del que será el primer juicio del caso Gürtel ya ha concluido y que su arraigo social y familiar en España reduce el riesgo de fuga.
Una libertad que llega al día siguiente de que el abogado de Bárcenas, Javier Gómez de Liaño, renunciara a la defensa de Bárcenas por “pérdida de confianza” y pocos días después de que la fiscalía pidiera 42 años de cárcel para Bárcenas y 110 para Correa y tras el viaje de Rajoy a Andorra del que regresó Rajoy vuelve de Andorra sin acuerdo para intercambio de información fiscal.
Dice el alto tribunal que, en la concesión de libertad a Bárcenas, tampoco ha tenido en cuenta la situación de libertad de otros imputados por delitos económicos como Rodrigo Rato en el caso Bankia ni que, hace cuatro días, Suiza negara a Ruz información bancaria para acusar a Bárcenas de fraude fiscal.
Sea como fuere, todo huele a acuerdo electoral. En este 2015, año de elecciones municipales, autonómicas y nacionales, están aconteciendo hechos y circunstancias que van a cambiar el rumbo de los imputados. Y todo empezó en el extraño viaje de Rajoy a Andorra, Suiza, renuncia de Gómez de Liaño (PP) a la defensa de Bárcenas, petición de 42 años de cárcel por parte de la fiscalía y la libertad condicionada a 200.000 euros.
Si de confianza se trata, como Gómez de Liaño, poca confianza suscita en los ciudadanos estos cambios previos a unas elecciones en las que las encuestas auguran el declive del partido del gobierno y, también del PSOE. ¿Quizá esté supeditada a la amenaza de más bombas informativas de participación en el caso Bárcenas en pleno curso electoral alcanzando las alturas? Quizá.
Lo cierto es que los preparativos electorales están en plena efervescencia.
Directora NI