La Fiscalía Anticorrupción presentó ayer en la Audiencia Nacional un duro escrito de acusación en el que reclama una condena total de 52 años y medio de prisión para tres ex tesoreros del Partido Popular. La mayor parte de la pena se la llevaría Luis Bárcenas, para quien el Ministerio Público reclama 42 años y medio, además de inhabilitación, por seis delitos distintos: cohecho, fraude fiscal, blanqueo de capitales, falsedad documental, apropiación indebida y tentativa de estafa procesal. El escrito de acusación contra 41 imputados que se sentarán en el banquillo del primer juicio del “caso Gürtel’” afecta, además, a otros dos ex tesoreros: Álvaro Lapuerta (con quien Bárcenas fue gerente antes de sucederle) y Ángel Sanchis (responsable de finanzas con AP y quien llevó a Bárcenas al área económica del partido). Para Lapuerta, la Fiscalía pide tres años por apropiación indebida. Para Sanchis, ocho años por blanqueo, fraude fiscal y falsedad documental.
La actividad delictiva de Lapuerta y Sanchis está directamente relacionada con la ayuda prestada a Bárcenas. En el caso de Lapuerta, le habría permitido hacerse con parte del dinero B del Partido Popular, mientras que Sanchis le habría ayudado a poner a salvo parte de su fortuna suiza tras estallar el caso Gürtel.
Entiendo que Bárcenas será el primero de muchos y de confirmarse lo que ya nadie duda, la veracidad de los papeles en B de Bárcenas, la cuestión es si el Gobierno debe dimitir en bloque, empezando por su Presidente como es probable ocurriera en cualquier país democrático de nuestro entorno.
No seré yo quien diga que este hombre tenga que estar en libertad. Se le acusa de todos esos delitos, y por tanto también debería estar acusado de contribuir, por su actuación criminal, a la ruina de muchas familias, a la inestabilidad y desigualdad social, al recorte de derechos y prestaciones sociales y laborales y de ir contra el interés general de todos los españoles. Pero queda meridianamente clara la intención ejemplarizante con Luis Bárcenas, y sobre quien debe recaer el pago de la fiesta de la corrupción, es el Amedo de este caso.
Sea como fuere, es momento de recordar los SMS entre Rajoy y Bárcenas cuando se destapó este escándalo: «Luís se fuerte, hacemos lo que podemos» (fin de la cita).
Directora NI