El expresidente de la entidad asegura que las tarjetas no eran opacas y que entendía que «era parte de su salario»
El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha realizado sus primeras declaraciones esta mañana tras la publicación ayer del informe pericial que analiza las cuentas y el debut bursátil del banco rescatado. El también ex director gerente del FMI ha afirmado que «no ha habido ningún engaño y que además, las circunstancias lo hubieran hecho «imposible». En este punto, deriva la responsabilidad al BdE. «Estábamos cada semana con el regulador, primero por la fusión y después por la salida a bolsa», se ha justificado.
A la pregunta de «¿qué pasa ahora?», Rato se ha limitado a responder que tendrán que ser los peritos del Banco de España encargados de elaborar el análisis los que comparezcan para explicar el documento y aportar más detalles y datos.
«No sé si después se procederá a otras pruebas que las partes pidan, son más testificales o peritajes; es un tema que tiene componentes técnicos muy intensos», ha señalado Rato. «En la salida a bolsa de Bankia no hubo voluntad ni posibilidad de engañar», agregó en una entrevista a Onda Cero.
Rato, Goirigolzarri y el auditor Deloitte falsearon las cuentas
Las conclusiones del informe pericial encargado por la Audiencia Nacional sobre las cuentas de Bankia y salida a bolsa es demoledor. Los números se falsearon y no reflejaron una «imagen fiel» del estado de la entidad. Bankia hinchó sus cuentas consentida por Deloitte y manipuló la salida a bolsa.
Sobre Lazard
En cuanto al pago de 6,2 millones del banco de inverdión de Lazard a Rato cuando éste ya era presidente de Bankia, retribución que también está siendo investigada, vicepresidente segundo del gobierno y ministro de Economía entre 1996 y 2004, durante el gobierno de José María Aznar, ha aclarado que «no es incompatible legalmente ni desde ningún otro punto de vista presidir Bankia y haber trabajado para Lazard».
«Lo que puede querer saber el juez, y yo no tengo nada que ocultar, es cuál fue mi retribución, que estaba ligada a mi contrato, firmado en diciembre de 2007 con un finiquito en enero de 2010», ha añadido.
«Yo pasé de Lazard a Caja Madrid. Lazard es el primer o segundo banco del mundo en este tipo de operaciones. Yo tenía confianza en ellos, los conocía y creía que nos iban a dar un buen servicio y creo que nos lo dieron, pero mi remuneración con Lazard estaba ligada a un contrato de 2007, cuando ni yo ni nadie pensaba que iba a entrar en Caja Madrid y era un contrato legal y transparente», ha manifestado.
Tarjetas no tan negras
Con respecto al escándalo de las tajetas black, en manos de la Audiencia Nacional, ha afirmado que comenzaron a distribuirse mucho antes de su llegada a la entidad, en 1994, y se asignaban «normalmente» por personas muy relevantes de la entidad, como el secretario general, el director financiero o el director de recursos humanos.
Rato ha insistido en que eran tarjetas «en el circuito normal», contratadas con Visa, «en contratos absolutamente normales». «Es verdad que eran tarjetas que estaban para gastos particulares; en mi caso yo entendí claramente que era parte de mi salario, nunca tuve noticias noticias de nadie que tuviera dudas sobre ese extremo», ha indicado.
Rato ha asegurado que en los casi dos años que estuvo como presidente de Caja Madrid no recibió «ninguna notificación de ningún departamento» diciéndole que hubiera el menor problema en la contabilización de estas tarjetas.
«Por desgracia todos conocen dónde las hemos gastado y tenían que estar sometidas a un procedimiento de salario. Si además de eso ahora se introduce la pregunta de hasta qué punto la Agencia Tributaria las conocía, ya lo veremos, para eso están los tribunales, los jueces y el procedimiento. Pero negras era imposible que lo fueran. Una tarjeta visa nominativa es imposible que fuera negra».
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