

Ya está aquí el Clásico. Mañana por la tarde (18:00 h.) se juega el partido entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona correspondiente a la novena jornada de Liga. Quizá algo pronto en el calendario y en la hora, pero es lo que toca.
Mañana se paralizará casi todo el país durante dos horas. Ya no habrá crisis, ni ébola, ni políticos corruptos, ni banqueros ladrones, ni 5 millones de parados, ni defraudadores de todo pelo, ni maltratadores, ni casos de urgencias médicas que no puedan dejarse para después de las 8 de la tarde. Sólo existirá el partido entre los dos mejores equipos de fútbol del país, y posiblemente del continente.
Ver a Cristiano Ronaldo contra Claudio Bravo frente a frente es algo de lo que no se puede disponer todos los días. Disfrutar de los gambeteos de Leo Messi, que puede marcar un hito deportivo si golea por partida doble en terreno del máximo rival, es un regalo para la vista. Admirar al mejor portero español, campeón del mundo y denodado por algunos en su propia casa, es otro regalo que no se puede desaprovechar. Comprobar el choque entre los croatas Modric y Rakitic enfrentados con diferentes camisetas, volver a ver a Xavi junto a Iniesta y admirar un estadio de 5 estrellas a rebosar presenciando este duelo de titanes será todo un espectáculo. Y tenerlos a todos juntos en el mismo escenario y peleando por un mismo balón en un enfrentamiento directo es sólo comparable a lo que los estadounidenses tienen con la Superbowl, pero a escala mucho más reducida.
Aunque llamarlo ‘partido del siglo’ sea un recurso tan manido y poco acertado en estas fechas otoñales que ya ha dejado de tener su sentido, sin duda que este acontecimiento deportivo, que se repite como mínimo dos veces cada temporada, merece un seguimiento por todo lo que arrastra y conlleva tanto en el aspecto deportivo, como en el económico, el social e incluso en el político, que para todos hay. Pero debemos reconocer que en absoluto es algo imprescindible para un ciudadano de hoy en día a estas alturas de la película. Y con la que está cayendo.