Una espectadora que tenía el cuello y el cabello cubiertos y llevaba un velo claro que le tapaba la nariz y la boca tuvo que abandonar la sala de la Ópera de París durante una representación
El pasado 3 de octubre, ya había comenzado la representación de la Traviata en la sala de Bastilla, en el centro de París, cuando pantallas de control detectaron en la primera fila de la sala a una espectadora con el cuello y el cabello cubiertos y un velo claro que le tapaba la nariz y la boca, explicó a la AFP el subdirector de la Ópera de París, confirmando una información de la prensa.
Durante un intervalo, un empleado de la Ópera fue a ver a la espectadora y a su compañero, ambos turistas del Golfo Pérsico, según el portal internet Metronews, y les «dijo que en Francia había una prohibición de este tipo, le pidió que se descubriera el rostro o abandonara la sala», tras lo cual ambos se retiraron, agregó Jean-Philippe Thiellay.
En virtud de una ley de 2010, una persona tiene prohibido «disimular el rostro» en el «espacio público».