Ayer se celebró en Leiza, un año más, el homenaje a José Javier Múgica, concejal de UPN asesinado cruel y vilmente en su pueblo por la banda terrorista ETA hace 13 años.
Hace dos días dedicaba otro editorial a Miguel Ángel Blanco el que también fue asesinado por ETA y también en San Fermín. https://www.navarrainformacion.es/destacado/editorial-miguel-angel-blanco-en-la-memoria/
Dos asesinatos que rompieron y siguen rompiendo las «fiestas». Año tras año, se conmemoran los aniversarios. Ayer fue en Leiza un pueblo, gran pueblo, hoy gobernado por Bildu, pero con dos concejales uno de DNE y otro de UPN. Poco pero significativo.
Este homenaje es el homenaje del recuerdo, de la memoria, del apoyo a las víctimas del terrorismo de ETA. Víctimas por que les han arrancado de su familia y de su seno a las personas queridas. Porque era el elegido el que según ETA no podía vivir. ETA ha decidido quien vive y quien muere después del hostigamiento, la vigilancia, la persecución, la violencia y las amenazas hacia la persona que iban a matar.
Es de una crueldad extrema. Vigilando a quien iban a matar hasta el punto de que, como José Javier, sabían el momento en el que llegó a su casa tras pasar unos breves días fuera de Leiza. Todo preparado, y al ritmo del aviso «ya está aquí» una bomba-lapa acabo y segó la vida de este concejal comprometido con la libertad, con Navarra y con España. Dejando viuda y tres hijos.
Directora NI
Ahora inmersos en el «proceso de negociación» parece haber muerto el «espíritu de Ermua». Pero siempre habrá gente que quiera recordar públicamente a estas personas asesinadas y que quiera acompañar y rezar junto a sus víctimas.
Asesinatos perpetrados por una banda que ha dejado de matar, pero todavía tiene las armas y todavía no se ha disuelto.