Como cada año, la Dolorosa recorrió ayer las calles de Pamplona entre San Lorenzo y la Catedral, envuelta por la devoción y las velas de cientos de fieles que salieron a las calles.
La imagen de esta virgen es la más antigua de entre los pasos de la Semana Santa pamplonesa y el único de propiedad municipal. Para trasladar su tonelada de peso hacen falta 24 personas, en dos turnos de relevos. Labor que llevan a cabo los miembros de la Hermandad de la Paz y la Caridad.
El cortejo abierto por los músicos de la Hermandad de la Pasión (hermanos vestidos en negro y morado), además del paso tradicional, estuvieron el Cabildo de San Lorenzo, miembros de ambas hermandades, Hermanas de La Soledad, el alcalde de Pamplona y los asistentes de la Corporación local. Cerraba la procesión la banda de música La Pamplonesa.
En el acto de la Catedral participaron, además, el Orfeón Pamplonés y la Capilla de Música de la Catedral que interpretaron las partituras “Ama birgiña doloretakoari” y “Caligaverunt oculi mei”, de Felipe Gorriti y de Tomás Luis de Victoria, respectivamente.
La última pieza musical fue la “Salve Regina” que entonaron los asistentes. La procesión concluyó a las 22.00 horas en la Catedral, donde el deán y el Cabildo recibieron a la comitiva, encabezada por los músicos de la Hermandad de la Pasión. Al acto también asistieron el Cabildo de San Lorenzo, el alcalde de Pamplona, miembros de la Corporación municipal y La Pamplonesa.
La imagen quedará expuesta al culto hasta la procesión del Santo Entierro que se celebrará el viernes santo.