

Llevamos una semana de dimes y diretes políticos y de corrupción. Si bien ya se adelantaba aquí la sorpresa y los golpes de tinta que traerían las dimisiones habidas en el seno del Gobierno Foral, el hecho es que todo se ha adelantado y que las responsabilidades están ahora en la mesa de la solicitada Comisión de Investigación.
Ha sido una legislatura en la que la crisis económica, los imputados por dietas y la desaparición de CAN, el consejero que dimite al inicio de la legislatura por un dinero no declarado, la debilidad institucional del gobierno de Barcina, después de que prescindiera del PSN para gobernar y luego intentara de nuevo la alianza en puertas del congreso de UPN, han marcado en Navarra un antes un después
Con todo ello, parece que son las declaraciones de la ex directora de Hacienda Foral (puesto de confianza) las que han desatado la emergencia o no de convocatoria de elecciones en Navarra.
Según dijo el sábado la propia presidenta del Gobierno Foral y de UPN “en este gobierno no hay corrupción”, ojalá se demuestre y sea así. Porque también dijo que si había un imputado (no condenado) en UPN, estos serían expulsados inmediatamente y hubo imputados (incluso ella misma ante el Tribunal Supremo) y nada ocurrió.
Es lamentable cómo unos y otros están utilizando para su interés político y de voto esta situación. El PSN a su conveniencia política y de cambio de rumbo totalmente orientado y parcial, Bildu en su línea de «poder», los nacionalistas ya están representados y UPN «qué viene Bildu y me quieren sacar del gobierno». El hecho es que UPN y PP fueron juntos a las elecciones y tanto la Disposición Transitoria Cuarta como Bildu siguen donde estaban. Barcina quejándose de que Bildu manda y Bildu en su tarea de llegar a donde quiere llegar con consentimiento consentido.
Directora Navarrainforamacion.es