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Lista Falciani: Emilio Botín y Fernando Alonso, entre los primeros nombres filtrados

Lista Falciani: Emilio Botín y Fernando Alonso, entre los primeros nombres filtrados

Emilio Botín y Fernando Alonso

El HSBC en Suiza ayudó a clientes a evadir impuestos y ocultar sus fortunas, según ICIJ: El Consorcio de Periodistas de Investigación lo publica junto a varios medios

España es el 12º país con mayor número de implicados

La llamada Lista Falciani de poseedores de cuentas en el banco suizo HSBC ha comenzado a ver la luz este domingo, con la publicación de los primeros nombres de sus integrantes.

Diversos medios europeos, como ‘Le Monde‘, ‘El Confidencial‘ y ‘LaSexta‘, y el Consejo Internacional de Periodistas de Investigación han participado en el descubrimiento de los nombres, que han empezado a desvelarse esta noche.

Entre los nombres desvelados destaca el del Emilio Botín, quien fuera presidente del Banco Santander, del que se asegura que tenía 2.000 millones ocultos en el HSBC y además utilizó un entramado de sociedades opacas en Panamá e Islas Vírgenes.

También hay personajes del mundo del deporte, como los excampeones del mundo de Fórmula-1 Fernando Alonso y Michael Schumacher, el que fuera jefe de equipo Flavio Briatore, el piloto de MotoGPValentino Rossi o el tenista Marat Safin.

Además, han aparecido otros nombres, como el de los músicos David Bowie y Tina Turner, la modelo Elle MacPherson, el diseñadorValentino, el actor Christian Slater o incluso los Rey de Marruecos,Mohammed VI y Jordania, Abdalá II.

Los medios participantes en lo que se ha denominado el #SwissLeaksprometen desvelar en los próximos días un mayor número de nombres de personas populares presentes en esta ‘Lista Falciani’.

De los datos desvelados llama la atención que España es el 12º país con mayor número de implicados (2.694) en la mencionada lista, y acumula un total de 1.765 millones de euros en dichas cuentas.

Los documentos, que cubren el periodo entre 2005 y 2007, suponen la mayor filtración bancaria en la historia, sacando a la luz alrededor de 30.000 cuentas, con un valor total de unos 120.000 millones de dólares (alrededor de 105.890 millones de euros).

A partir de la filtración de Falciani

El francoitaliano Hervé Falciani, que reveló los datos de los clientes de HSBC en Suiza. DR
El francoitaliano Hervé Falciani, que reveló los datos de los clientes de HSBC en Suiza. DR

Los datos revelados por el CICJ parten de documentos obtenidos de las autoridades fiscales francesas por el diario Le Monde, una investigación que tuvo como punto de partida la filtración de 2008 de Hervé Falciani, un exempleado del HSBC en Suiza que descargó la información de las cuentas de miles de clientes a finales de 2006 y principios de 2007.

Suiza ha acusado a Falciani de espionaje industrial y violación de las leyes de secreto del país, mientras que en varias entrevistas concedidas antes de las revelaciones del CICJ, el confidente se ha declarado como un denunciante que trata de ayudar a los gobiernos a rastrear a ciudadanos que utilizan cuentas en Suiza para evadir impuestos.

Hervé Falciani colabora desde 2009 con la justicia de varios países, a las que está aportando información -que consiguió cuando trabajaba en la filial suiza del banco HSBC- sobre más de 130.000 supuestos evasores fiscales que podrían tener dinero en bancos suizos.

Los documentos muestran que el banco asesoró a familiares dedictadores, a personas implicadas en casos de corrupción en África y a gente involucrada en el comercio de armas y de los conocidos como ‘diamantes de sangre’.

HSBC hace frente a investigaciones criminales y a cargos en Francia, Bélgica, Estados Unidos y Argentina a raíz de la filtración de los documentos, si bien por el momento no se han abierto acciones legales contra el banco en Reino Unido.

Emilio Botín y Fernando Alonso, entre los primeros nombres filtrados

Respecto a los españoles, la documentación del ICIJ muestra que Emilio Botín, presidente del Banco Santander hasta septiembre pasado, se convirtió en cliente de HSBC en 2003.

Sin embargo, estaba vinculado también a una cuenta de cliente anterior, de 2002, con el nombre «North Star Oberseas Enterpreses Inc.», una compañía con sede en Panamá, disuelta más tarde y que, a su vez, conecta a Botín con otras cinco cuentas. «En total, esas cuentas acumulaban hasta 82 millones de dólares en 2006/2007», según la documentación accesible en la web, donde se precisa que la documentación disponible del banco no explica el papel de Botín con esa cuenta abierta en 2002.

Además, el ICIJ explica que, en 2005, el banquero vendió a través de este banco el 50% de Bankinter por un valor de 46 millones de dólares que después se transfirieron a otras entidades financieras con el concepto de «distribución de herencia».

Respecto a Fernando Alonso, los documentos revelan que empezó en 2002 a ser cliente del HSBC en Suiza, país del que mantuvo nacionalidad entre 2006 y 2010, año en que volvió a pedir la nacionalidad española y en el que declaró: «Está muy bien volver a casa. Estoy contento de pagar los impuestos. No soy pobre, pero ahora soy un poco menos rico». Alonso tenía en la entidad 42,3 millones de dólares repartidos en cuatro cuentas entre 2006 y 2007.

El representante del piloto, Luis García Abad, ha asegurado al ICIJ que Alonso ha tenido distintas nacionalidades desde 2001 y «siempre ha declarado todas sus cuentas y sus inversiones en cada uno de esos países». Además, ha señalado que cuando se trasladó de nuevo a España, transfirió la mayoría de su fortuna a este país y que las cuentas que mantiene en Suiza han sido declaradas en España.

Comportamiento «cuestionable» de banqueros y clientes

Los datos filtrados por ICIJ proceden de tres tipos distintos de archivos internos del banco: unos reflejan los nombres de clientes y sus cuentas privadas en la entidad desde 1988 a 2007, otros son resúmenes de las cantidades máximas de clientes durante 2006 y 2007 y el último tipo son apuntes de empleados del banco sobre clientes y conversaciones con ellos durante 2005.

En esas conversaciones, según el consorcio, se aprecia un comportamiento «cuestionable, como el de los banqueros aconsejando a sus clientes sobre las diferentes formas de eludir el pago de impuestos en sus países de origen, y a los clientes contando a los banqueros que no han declarado sus cuentas».

Según señala ICIJ, «entre los clientes que tuvieron cuentas en HSBC en Suiza hay políticos y expolíticos de Reino Unido, Rusia, Ucrania, Georgia, Kenia, Rumanía, India, Liechestein, México, Líbano, Túnez, República Democrática del Congo, Zimbawe, Ruanda, Paraguay, Djibuti, Senegal, Filipinas y Argelia», según el consorcio.

Muchas cuentas están a nombre de empresas con sede en paraísos fiscales, como Islas Vírgenes o Panamá, y miles de ellas aparecen nombradas con cifras y sin identificaciones personales.

HSBC reconoce estándares «más bajos» en Suiza

En respuesta a estas informaciones, la matriz británica de HSBC ha admitido este domingo fallos en su filial en Suiza. «Admitimos los fallos en el control y el cumplimiento [de las normas bancarias] y somos responsables por ello», ha reconocido el banco en un comunicado.

FILE - HSBC Agree 1.9 USD Laundering Payment SettlementHSBC ha alegado que su negocio suizo procede de la compra en 1999 del banco privado estadounidense Safra Republic Holding, que no se integró plenamente en su estructura y al que se permitió «mantener estándares y culturas diferentes».

«Admitimos que la cultura de cumplimiento y los estándares de diligencia exigidos en el banco privado en Suiza del HSBC, al igual que en el conjunto del sector, eran significativamente más bajos que ahora», reconoce el banco en un comunicado, donde también señala que, «en esa época, HSBC funcionaba de una forma más descentralizada que en la actualidad, y las decisiones se tomaban con frecuencia en cada país».

HSBC ha explicado que la banca privada suiza siempre se ha conocido por su carácter secreto, y que esta manera de operar en el pasado se ha podido traducir en que HSBC Suiza haya podido tener «cierto número de clientes que no han cumplido plenamente con sus obligaciones fiscales».

Sin embargo, ha destacado que su filial helvética ha sufrido «una transformación radical» que se inició en 2008 y se profundizó a partir de enero de 2011, con la llegada de un nuevo equipo que reestructuró la entidad y su forma de gestión y dirección. Esos cambios han llevado a la entidad a reducir un 70% la base de clientes de su filial suiza, al pasar de las 30.412 cuentas que mantenía en 2007 a las 10.343 de finales del año pasado.

Además, la entidad asegura que está cooperando con las autoridades en la investigación abierta sobre los períodos analizados.

 

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