Un combate de 1000 millones de dólares, el primero grande de verdad en cuanto a expectación del siglo XXI . Se enfrentan el filipino Pacquiao y el estadounidense Mayweather
El MGM Grand de Las Vegas se prepara para acoger el sábado un enfrentamiento que va más allá del boxeo y que pondrá cara a cara a dos hombres antagónicos que en este último mes no han hecho más que avivar la pelea: por un lado, el imbatido Floyd Mayweather (47 combates y 47 victorias), el deportista mejor pagado del planeta en 2014 según la revista Forbes, que se proclama “mejor que Sugar Ray Robinson y Mohamed Alí” y amante del lujo,las fiestas y el despilfarro y, por otro, el multicampeón Manny Pacquiao (57 peleas con 5 nulos y dos derrotas), el púgil de orígenes humildes que lucha en el nombre de Dios, senador por Filipinas y que ha invitado a ‘Money’ a leer la Biblia tras el combate. El espectáculo está servido.
Si bien los expertos aseguran que la pelea llega varios años tarde, con un Mayweather de 38 años y un Pacquiao de 36, lo cierto es que la maquinaria promocional y mediática en torno al combate ha hecho que la expectación supere todas las previsiones. “Lo que el mundo estaba esperando ha llegado”, anunciaba el púgil americano en Facebook el 20 de febrero después de hasta cuatro negociaciones truncadas para atar la pelea. Una vez se pusieron de acuerdo ambos púgiles, que se juegan tres cinturones y el título mundial de peso welter, los promotores han hecho el resto.
Combate del siglo
Muchos hablan de ‘»combate del siglo», aunque hay quien considera que es demasiado atrevido calificar así el tan esperado combate del 2 de mayo en Las Vegas entre Floyd Mayweather y Manny Paquiao, cuando aún le quedan 85 años a la centuria.
Entonces, ¿qué es lo que realmente hace grande a este combate? Muchos detalles, dentro y fuera del cuadrilátero, y una montaña de dinero. La cifra más grande jamás vista en un combate de pugilismo, el evento deportivo más caro de la historia y con más beneficios en bolsa. Será la pelea que más dinero genere, la más vista y la más publicitada en toda la historia del boxeo, la más grande de verdad en cuanto a expectación del siglo XXI.
El combate de los 1.00 millones de dólares
Más allá de quien sea el ganador, y se corone campeón unficado peso ‘welter’ de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial (CMB) y la Organización Mundial (OMB), se calcula que el combate generará un total de 1.000 millones de dólares, la cifra más grandes jamás alcanzada por una pelea. La bolsa final para los púgiles rondará los 300 millones, el 60% de los cuales será para Mayweather y el 40% para Pacquiao.
Las 1.000 entradas que se pusieron a la venta al público volaron en minutos, a precios que fueron desde 1.500 hasta 7.500 dólares. El resto de los 15.500 lugares en la arena se repartieron entre Mayweather y Pacquiao, patrocinadores y promotores de la pelea. Una entrada de reventa en internet se ofrecía el sábado a 140.000 dólares, lo que cuesta una casa en varios lugares del centro y este del pais, o un auto de lujo.
El toque especial de la pelea
Las personalidades opuestas de los dos contendientes, y a la vez, lo similar que ha sido su lucha contra las adversidades de la vida, le dan un toque especial al combate. Ambos salieron de hogares humildes y disfuncionales, para labrarse su propio camino con una disciplina y fuerza de voluntad que sólo tienen los privilegiados de la historia.
Mayweather anda tras el récord de otro boxeador icónico, Rocky Marciano, quien murió invicto dejando una foja de 49 victorias sin derrotas. Pacquiao quiere trascender en la historia de su país como el chico humilde que llegó a ser presidente. «Se trata de legado, no de dinero. Y ambos lo sabemos», ha dicho Mayweather en cada ocasión que se le ha presentado.
El impacto global de este ‘megacombate’ podría cambiar la historia del boxeo, del deporte, y hasta la del mundo del entretenimiento. Pero será el legado deportivo y humano que dejará, el que realmente se encargará de ubicarlo entre las grandes peleas del Siglo XXI.
