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EDITORIAL. Balconing y otras sandeces

EDITORIAL. Balconing y otras sandeces
Tres jóvenes preparados para saltar desde su balcón. periodicodeibiza.es-
Tres jóvenes preparados para saltar desde su balcón. periodicodeibiza.es-

Prácticamente a diario nos llegan noticias de turistas extranjeros que caen desde sus balcones hoteleros contra el suelo y se dejan la vida (o casi) tratando de saltar a una piscina, o de pasar al balcón de al lado en un alarde de insensatez o de destacar su impresentable borrachera ante sus amigos subido en la barandilla en una moda difícil de entender. Difícil de entender, a no ser que uno se encuentre en las mismas condiciones que el protagonista y le jalee para que lo haga.

Zonas muy concretas de la costa catalana y balear se han convertido en escenarios de esa práctica tan absurda como estúpida de perder la vida o, en el mejor de los casos, de arruinarla para el resto de sus días con una incapacidad o invalidez crónica. El ‘balconing’, o ‘cómo termina una noche de ingesta de alcohol, drogas y otras sustancias un individuo extranjero con una estupidez supina en un lugar del Mediterráneo’, viene a ser esa modalidad que han puesto en práctica las hordas de ‘guiris’ ávidos de sol, de playa, de alcohol, y de marcha en general que en sus países de origen sería impensable tan siquiera que lo pensaran.

¿Por qué en España, o más en concreto en Cataluña y en Baleares se producen tantos casos? ¿Están mal construidos los balcones de los hoteles y apartamentos? ¿Es que allí el turismo de alcohol y drogas se vende mejor que el turismo cultural o familiar? ¿Se fomenta ese tipo de turismo? ¿Por qué ocurren tan a menudo estos accidentes? ¿Qué hacen esos gobiernos autonómicos, empresarios hosteleros o tour-operadores por solucionarlo? ¿Vamos a seguir teniendo noticias de muertos o inválidos de por vida tras tirarse al vacío desde su balcón después de una noche de farra? ¿Hacen algo los medios de comunicación de los países de esos insensatos (…por decirlo de una manera suave) holandeses, daneses, ingleses, alemanes… por darlo a conocer a sus paisanos? ¿Saben ellos de verdad qué es lo que hacen en España?

Desde otras latitudes se vierten descalificaciones hacia los Sanfermines, hacia la imagen tan sucia y agresiva que determinados medios de comunicación se encargan de ofrecer de la Fiesta por excelencia, hacia la visceralidad de los machitos frente a la mujer, hacia el horror de la muerte sangrienta de los toros, contra las agresiones físicas callejeras, contra la brutalidad en los encierros, hacia la suciedad en general… (Lo positivo ocupa pocas líneas y no es noticiable).

Sin embargo, escenas de felaciones públicas para beber gratis en una discoteca costera de moda, de ataques organizados a bares a cargo de grupos numerosos tras un partido de fútbol o de hacerse un ‘balconing’ con consecuencias trágicas a diario… (Sí, sí a diario y en varias localidades playeras) se tratan de ocultar o silenciar. ¿A qué se debe esa distinción de criterios?

¿Son sólo culpables los que se ponen hasta las cejas de alcohol y drogas o hay alguien más responsable en toda esta imagen tan lamentable y trágica?

Todavía no ha terminado el mes de julio, queda el mes completo de agosto y las expectativas de ocupación hotelera en hoteles de playa en Mallorca o Barcelona prevén un completo en esas fechas. Pero los que vendrán no irán a hacer ni footing a la playa, ni jogging, ni puenting, ni rafting a las aguas bravas, ni siquiera verán una corrida de toros (En Cataluña, no), ni correrán un encierro.

Lo suyo es el balconing, otro deporte de riesgo. Hay que ser …

Redacción N. I.

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