Realizada la declaración como imputada en el caso Noós, la Infanta se ha amparado en el “no sabe no contesta”, en más del 90% de evasivas en sus respuestas y en la llamada “teoría del amor”.
Aquello de “la justicia es igual para todos” -frase del Rey- se acerca más “a la Infanta le va a ir todo muy bien” -frase de Rajoy-.
Sea como fuere, la decepción es grande. Tanto preparativo para la declaración de la Infanta y las repuestas han sido evasivas, ha respondido que desconocía todo porque confiaba en su marido o, peor, no ha respondido a la acusación particular. Unos preparativos bien aprendidos, pero al alcance de cualquiera. Las respuestas, breves, cortas, socorridas y bien aprendidas.
Creo que no es acertada la defensa de parecer “tonta” y que no se enteraba de nada, sólo estaba enamorada. Caso que nos recuerda al de la ministra de sanidad Ana Mato, quien tampoco se enteraba de nada, pero a diferencia de la primera no encajaba la “teoría de amor”.
Quizá el Juez Castro en su línea de hacer justicia, dicte sentencia justa y haga responsable subsidiaria -como es- a la Infanta declarándola culpable de los delitos que se le imputan, quizá sea así. Pero sabemos que por encima está el Alto Tribunal para decidir quien queda impune o si se archiva la causa.
Directora Navarrainforamcion.es