Artículo 180
Quiero pensar, porque me divierte, qué sería de nosotros si en lugar de hombres fuéramos cualquier otro tipo de animal conservando nuestro conocimiento.
Elefantes, en este caso la matriarca no podría reprocharnos si llegamos a casa con una trompa.
Hablemos de la libertad de los animales: no están sujetos a hipotecas, claro que tampoco tienen casas, ni tiendas, supermercado, hospitales, zapaterías… Con la famosa ley de la selva, o te comen o te lo comes.
Los herbívoros andan locos porque los carnívoros cambien de régimen alimenticio.
En el reino animal cada uno vive en su república, que llaman territorio.
Las hormigas trabajan todas menos la reina, como las termitas o las abejas.
Ahora que digo, hay animales racionales que no quieren al rey ni a la reina, okupan las torres y se llevan los caballos y así no hay quien juegue al ajedrez.
Los machos Alfa, (mi madre tenía una maquina de coser de esa marca), se pasan la vida luchando con otros machos para proteger a sus hembras. ¡Chico, comparte!
También hay machos que les cuesta la vida reproducirse, cosa que no les pasaría de haber recibido educación sexual.
La araña negra tras el acto se come al macho. Vamos, que no hay macho que repita. La araña tigre los devora, el escorpión más de lo mismo. También se apunta a la moda la Amantis Religiosa, que será de alguna religión antropófaga. En estos casos las hembras se quitan un muermo de encima. No quiero ni pensar cómo termina una orgía entre estos bichos.
Tampoco me gustaría ser murciélago, no me imagino durmiendo boca abajo. ¡Menuda cagada!
Los cocodrilos no se lavan los dientes después de comer (cómo tragan sin masticar se los ensucian menos). Tampoco sufren por llevar un bolso de cocodrilo porque van dentro de uno permanentemente.
Deploro la falta de higiene de los hipopótamos. Todo el día en el agua, sí, pero se cagan dentro y la esparcen con la cola.
Otro caso es el de las ballenas, que obviamente no van a salir del agua para cagar, las ballenas se salvan porque comen plancton. Si comieran hombres haría tiempo que las habríamos exterminado.
El mas claro ejemplo de animal inteligente lo encontramos en las orcas, que comen de todo menos humanos.
Forman parte del régimen alimentario de estos mamíferos: él delfín (porque va el último), las focas (que huyen de los focos), los elefantes marinos (que están sobrevalorados, eso no es una trompa, es un apéndice que les sale de las narices) y los atunes (que pasaban por ahí).
Sí cebra, todo el día rallado y en pijama por la sabana.
Sí periquito o canario, enjaulado.
Sí cuervo, siempre de negro y en la carroña.
Sí mono, durmiendo en los árboles.
Sí cerveza, El Águila.
Qué difícil es ser animal, incluso racional…
Pero bueno, es tiempo de torrijas.
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com