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La fiesta de San Blás, Patrón de la garganta y de los otorrinolaringólogos vuelve al Casco Viejo de Pamplona este 3 de febrero
Un año más, coincidiendo con la festividad de San Blas, el lunes, 3 de febrero, la plaza de San Nicolás de Pamplona acoge el tradicional mercadillo de pastas y dulces. En esta ocasión, son veinte los puestos autorizados para vender sus productos, en el entorno de la iglesia de San Nicolás. El mercadillo estará abierto desde las 9 de la mañana hasta las 20.30 horas. Además, a las 19.30 horas, el grupo municipal de danzas Duguna-Iruñeko Dantzariak interpretará la soka-dantza en el paseo de Sarasate.
Siguiendo la tradición de ese día, los productos en venta en los puestos serán bendecidos en la Procesión del Santo, que tendrá lugar a las 9.45 horas. Un cuarto de hora después, a las 10 horas, dará comienzo la Misa en la iglesia de San Nicolás.
El mercadillo ofrecerá roscos de San Blas, rosquillas, tortas, pastas, dulces y caramelos. De hecho, únicamente está autorizada la venta de productos alimenticios típicos de la fiesta de San Blas. No se podrá vender pan ni productos que contengan nata o crema. Además, de contar con la documentación acreditativa, todos los puestos deberán mostrar los productos protegidos mediante vitrinas o dispositivos similares y, en su caso, envueltos y envasados. Las licencias de venta han sido otorgadas por el área de Seguridad y Convivencia Ciudadana.
A 19.30 horas. Baile de la soka-dantza (paseo de Sarasate), con el grupo municipal de danzas Duguna-Iruñeko Dantzariak
San Blás
San Blas, mártir, es venerado desde Oriente hasta Occidente. Nació en Armenia, en el siglo III, fue médico y obispo en Sebaste. Como doctor, usaba sus conocimientos para rescatar la salud, no sólo del cuerpo, sino también del alma, pues se ocupaba de la evangelización de sus pacientes.
Cuando las persecuciones comenzaron bajo el Emperador Diocleciano (284 – 305). San Blas huyó a una caverna donde cuidó algunos animales salvajes. Los soldados de Agrícola, gobernador de Capadocia, que buscaban fieras y bestias en los campos de Sebaste, para martirizar a los cristianos en la arena, encontraron a San Blás en la caverna conviviendo entre osos, tigres, hienas, lobos y gorilas.
Agrícola lo mando capturar, apresó al anciano e intentó que adorara a ídolos paganos, al no conseguirlo lo sometió a fuertes torturas con hierros candentes y fue decapitado.