Manolo Royo
Artículo 165
Vale, la Tierra es plana, pero ¿cuánto de ancha?
Que al cruzar la habitación te atropelle un tren eléctrico que pasaba por allí es lo normal en las películas de ficción.
A las películas como Harry Potter, La Guerra de las Galaxias y similares, las llamo: “Basadas en hechos reales”. Aunque habría que llamarlas “Basadas en hechos irreales”, que son las quevamos a ver disfrazados de los personajes “míticos” en su segunda entrega, formando sin pudor alguno de la vestimenta, colas interminables frente a la taquilla. Nos mueve la curiosidad por ver a hasta dónde llegan las fantasías de los demás directores, guionistas y productores.
Que entra por la venta un GEO que se ha confundido de piso.
Que los narcos, por nuestro bien, nos cobran por subir en el ascensor; con el eslogan: “Las escaleras son más sanas”.
La decoración híbrida llevaba a la rana del ático acristalado a saltar de pecera en pecera distribuidas estratégicamente. El presidente de la comunidad utiliza al portero de la finca como guardaespaldas hasta la calle donde tiene aparcado el coche.
He visto anuncios donde el vecino le da besos a un dinosaurio.
Los bancos con pérdidas son ayudados por los gobiernos de turno y cuando ganan reparten dividendos entre los accionistas. Corre una aventura real: “Visita Extremadura en tren”. Anillado cual paloma, me hayo con un reloj de pulsera que necesito llevar para saciar mi tic, no pasa un minuto sin que no lo consulte, y eso que solo me dice la hora.
¡No hay nada más veloz que las agujas del reloj!
La informática lo habrá cambiado todo, pero aún se necesitan un par de fotos de carnet para el pasaporte y el DNI.
La habitación de la niña era un zoo con toda especie de animales de peluche. Los peluches son buenos, guardan las formas y solo sealimentan de polvo.
Ya no saben qué hacer en las fiestas de los pueblos con tal de no contratar artistas y músicos. Incluso se ahorran los fuegos
artificiales, en algunos practican el cóctel molotov y técnicas de guerrilla urbana que matan menos que las vaquillas en otros pueblos colindantes. El ideólogo y el “consientólogo”, ambos iluminados, estarían mejor haciendo trabajos sociales para la comunidad. Por cierto, ¿en los contenedores usados para las barricadas (que también las ensayaron), hay que depositar orgánicos, vidrios o los desperfectos?
Ahora pretenden poner la jubilación a los 75 años, los mismos que nos prejubilaban con 51, y dos años de paro.
Ante tal desmadre intelectual y social, propongo la creación de un comité internacional, tipo jurado popular, que observe y sancione los intereses del país en el que les toque actuar y observar los gastos que éste realiza en educación, investigación, medicina, sociales y demás, llegando a recomendar la anulación de los gastos innecesarios para la ciudadanía. Por consiguiente, ese gobierno tendrá un techo de endeudamiento llegado el cual, entraremos en cuarentena económica y dará paso a un gobierno de transición hasta la celebración de nuevas elecciones.
¡Todo, pura fantasía!
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com
