Más de 500 días después de su inicio, la guerra en Sudán no muestra señales de terminar; las facciones enfrentadas continúan armándose
Después de más de 500 días de conflicto, Sudán no parece estar más cerca de la paz. La guerra, que comenzó el 15 de abril de 2023 entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF), lideradas por el general Abdel-Fattah Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), comandadas por Mohamed Hamdan «Hemedti» Dagalo, sigue intensificándose, mientras ambos bandos continúan recibiendo armas y municiones.
Según un informe de Human Rights Watch (HRW) publicado el 9 de septiembre, se han obtenido pruebas fotográficas y videos que confirman que tanto las SAF como las RSF han recibido armamento que no poseían al inicio del conflicto. Entre los equipos recientemente incorporados se incluyen drones armados, lanzacohetes multibarril montados en camiones, sistemas para interferir los sistemas de guiado de drones enemigos y misiles antitanque. Las armas provienen de Bielorrusia, China, Irán, Rusia, Ucrania y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), según las conclusiones del informe. No se descarta que existan otros fabricantes implicados que aún no han sido identificados por las investigaciones de la organización humanitaria.
El conflicto en Sudán involucra no solo a actores locales, sino también a potencias regionales e internacionales, como Rusia y Ucrania. Sin embargo, quienes más sufren las consecuencias de esta guerra son los ciudadanos sudaneses. Desde abril de 2023, más de 7 millones de personas han huido de los combates, muchas de ellas en repetidas ocasiones, sumándose a los 3 millones de desplazados internos que ya vivían en Sudán antes del estallido del conflicto.
Más de 2 millones de refugiados sudaneses se encuentran en países vecinos, alojados en campos de Egipto, la República Centroafricana, Sudán del Sur y Chad. La ONU ha calificado la crisis de refugiados sudaneses como la peor del mundo.
Hoy, 11 de septiembre, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto debatir la posible renovación y ampliación del embargo de armas que actualmente pesa sobre la región de Darfur (vigente desde 2004), para extenderlo a todo Sudán. AGENZIA FIDES