Mª José Algarra.
Dentro de unos días, el Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea afronta un nuevo periodo electoral donde los profesionales elegirán sus representantes en los distintitos foros, comisiones y mesas de negociación para los siguientes cuatro años. Es una cita importante a la que la mayoría de las organizaciones sindicales vamos tras cuatro años de haber aportado voluntad, soluciones y conocimiento para defender las condiciones de, en nuestro caso, enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas.
En estos cuatro años, especialmente en este último, hemos asistido a una creciente agresividad en la actitud de determinados sindicatos que, en lugar de centrarse en convencer – o intentarlo, al menos- con sus acciones y decisiones, se han dedicado a destripar a todo aquel con el que se han sentido amenazados. Hemos leído numerosos escritos ofensivos, irreales, llenos de clichés, frases manidas y argumentos que convencen cada vez a menos gente puesto que, de fondo, no llevan ninguna novedad, mejora o aporte al día a día de las y los profesionales.
Sindicatos que, para tapar carencias y resultados de estrategias mal calculadas, se dedican a vociferar por todo y contra todos. Los sindicatos profesionales solemos ser carne de su cañón porque somos organizaciones que no nos casamos con nadie, ni estamos atados a ningún grupo político que, para bien o para mal, marque nuestro programa. Defendemos una profesión y la dignidad del sistema sanitario que la acoge, poniendo barreras a la sobrecarga de los profesionales, reduciendo agravios o fomentando el desarrollo profesional, entre otras cosas.
El hecho de que cada vez haya más organizaciones sindicales independientes, bien llamadas “profesionales” en cualquier ámbito, no solo el sanitario, dedicadas a defender las condiciones y derechos de una profesión en concreto es la evidencia de que la mayoría de los sindicatos de clase han perdido el norte y, lo que es peor, los objetivos y leitmotiv que, en algún momento de su historia, los hicieron estar ahí. La realidad es, como bien dice el refranero español, quien mucho abarca poco aprieta, incluso teniendo los vientos políticos a favor, como hemos comprobado con las distintas negociaciones sindicales de estos últimos meses.
Por eso, estamos convencidos de que el Sindicato de Enfermería va por buen camino, y pedimos a los y las profesionales ser exigentes con quienes tienen que representar sus intereses, así como pedir al resto de candidatos, dejar la senda del vocerío y el infantilismo que inunda a diario el correo corporativo de los y las trabajadoras del SNS-O, y hagamos, entre todos, una campaña electoral digna de nuestra plantilla, con profesionalidad y respeto, con los logros y reivindicaciones que cada uno considera que tiene, siendo el elector el que decida quién sí y quién no debe estar.
Mª José Algarra, secretaria general de SATSE Navarra
