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Hostelería y comercio escenifican un apagón en Estafeta para llamar la atención sobre el incremento de los costes energéticos
La acción no quiere ser una protesta, sino más bien una llamada de atención ante las instituciones y la sociedad de la situación de un sector que lleva varios años sufriendo graves problemas derivados primero de la pandemia y después de los grandes incrementos de los costes de energía, que subió en agosto en un 37%. El incremento del coste eléctrico se sitúa en ese mes en el 60% con respecto a 2021.
Esta tarde a las 20:30 h. los hosteleros y comerciantes de la calle Estafeta de Pamplona han apagado las luces de sus establecimientos y han salido a la calle portando velas junto a otras personas hosteleras que han acudido a respaldar la iniciativa. Con esta actividad han querido llamar la atención sobre la situación que están sufriendo ambos sectores por el aumento de los costes energéticos, que se suman al alza de los precios en las materias primas y a los dos años de pandemia.
La subida de la electricidad y el gas hacen mella en las cuentas de resultados teniendo en cuenta que según los datos que se manejan en el sector hostelero estos suponen entre el 6% y el 8% de los gastos fijos de los establecimientos. Según sea el tamaño de los locales, el coste medio ha ascendido hasta situarse en un arco que va de los 3.000 a los 6.000 €, con hasta un 40% de incremento en el precio de la electricidad.
Teniendo en cuenta que partimos de una situación precaria por la pandemia, el alza de los precios puede poner en peligro a muchos establecimientos tanto del comercio como de la hostelería, que han entrado en este periodo inflacionario con las fuerzas muy mermadas.
En este sentido Hostelería de España ha solicitado reunirse con el Gobierno mediante el envío de una carta a Presidencia y al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para trasmitirle las demandas del sector, unas demandas a las que se une ANAPEH, tales como disponer de un estatuto similar al del consumido electro intensivo; la aprobación de bonos eléctricos aplicando los remanentes de las ayudas COVID-19 al sector, no aplicadas, y valoradas en estos momentos en 3.000 millones de euros; la eliminación de peajes y búsqueda de fórmulas de contratación adaptadas a la realidad de sector; rebajar los impuestos eléctricos y los costes regulatorios; otorgar avales públicos para poder acceder a compras de suministros renovables a largo plazo por parte de grupos de usuarios y promover los sistemas de compra agrupada y subastas de contratación en el sector.
El apagón ha tenido una duración de quince minutos para llamar la atención sobre estos hechos de manera especial a la Administración, para que se haga eco de la situación del sector y pueda poner soluciones que permitan solventar la crisis y minimizar las posibilidades de cierre de muchos establecimientos. También se ha querido concienciar a la sociedad sobre la precariedad a la que se enfrentan estos negocios, que además de sus reivindicaciones han expresado su solidaridad con todas las personas, ya que el incremento de los costes de la vida les está afectando a todas ellas.

