Pintan bastos para Podemos, el partido de la pareja, Pablo Iglesias e Irene Montero.
Varias causas judiciales abiertas en su contra que amenazan con meter a parte, sino a todos sus miembros de su grupo directivo, en la cárcel.
Alentar disturbios en las calles; niñeras pagadas con el dinero de todos los ciudadanos; atentados contra la autoridad; Dina y sus amigos… una larga lista de asuntos que deberían hacer reflexionar a este partido y obligar a sus cargos directivos a dimitir.
Ni un minuto más deberían permanecer en su puesto y ni un minuto más debería permanecer este gobierno de coalición. Pero gobierna Pedro Sánchez. No hay problema entonces. Todos en sus puestos. El caso es seguir mandando.