Dos horas de triunfalismo falso.
Eso es lo que demostró ayer Pedro Sánchez en su intervención ante los medios de comunicación.
Triunfalismo falso porque no se puede hablar de éxito la muerte de más de 50. 000 personas en este país, víctimas del coronavirus y eso siendo cifras oficiales además, porque las otras, las reales hablan de varios miles más.
Triunfalismo falso porque no se puede gobernar a golpe de decretos, sin contar con el Parlamento y en permanente estado de alarma.
Triunfalismo falso porque las ayudas prometidas no llegan a las víctimas laborales del coronavirus.
Triunfalismo falso porque uno no puede jactarse de haber cumplido, en un año, más del 20% del programa de un Gobierno que se apoya en los que quieren destruir el país donde viven.
Y triunfalismo falso, también, cuando se beneficia a terroristas o se pretende indultar a acusados de rebelión.
Un gobierno considerado por una inmensa mayoría de españoles el peor de la historia.
Así nos va y peor nos va a ir.