Nieves Ciprés
Varios temas en el tintero de la noticia esta semana…
En la palestra mediática el segundo juicio por el proceso separatista catalán, ese que se intuye quedará legitimado, gracias a la «causa popular» que lo denunció. Aunque no olvidamos, también, el nombramiento de la anterior ministra de Justicia de Sánchez, Dolores Delgado, como Fiscal General del Estado, para librar del peso de la Ley a los protagonistas del “procés”.
Y en Navarra, esta semana nos desayunábamos con las palabras de Chivite. Sin rubor, aunque lo negara después, declaraba que “la derecha vivía mejor con ETA”. El mismo argumento que han venido utilizado los batasunos. Hoy socios necesarios para la conformación de su gobierno.
Justificar que, como ETA lleva unos años sin matar, todo vale, suena a excusa, suena a blanqueamiento de actitudes y posiciones políticas.
La presidenta de todos los navarros, debería tener máximo respeto. ETA, sus cerca de mil asesinatos, su violencia y terror, hiere y duele mucho, sobre todo a sus víctimas, aunque hoy no sea el “credo” político. Una pregunta viene a colación, los socialistas, diana en su día de ETA, ¿cuándo vivían mejor?
Entre tanto, el dolor y la memoria rendía homenaje a Gregorio Ordóñez, asesinado vilmente por ETA hace 25 años. Con una dura realidad, la de unos Gobiernos, el de España y Navarra, que pretenden conjugar el verbo olvidar en todas sus formas; que negocian, acuerdan y fortalecen a quienes se dicen y consideran “amigos” de los presos de ETA.
Después de 25 años, todo se blanquea, parece que el terrorismo, asesinatos y violencia de ETA no hubiera existido.
Pero este homenaje tenía un reconocimiento. La recepción del Rey a su viuda y a representantes de la Fundación Gregorio Ordoñez.
Un Rey a quien el nuevo Jefe del Estado Mayor de la Defensa de España, Miguel Ángel Villarroya, expresaba su inquebrantable lealtad, a la vez que al orden constitucional. Bien apreciado, después del ataque de Bildu al Rey como Jefe del Estado y a la Constitución ante el silencio de quien iba a ser investido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Un gobierno que, finalmente, está ha sustentado en este partido y otros como este.
Y constituido éste, el adoctrinamiento, con más fuerza que nunca, quiere entrar en la escuela. Para ello, la ministra de Educación, señora Celaá, declaraba que “los hijos no pertenecen a sus padres”.
¡Asombroso!, Los niños, señora Celaá, “no vienen de Paris”, vienen de la unión entre un padre y una madre. Mire, los humanos somos la única especie que más tarda en alejarse de sus padres.
¿A quién corresponde la educación de sus hijos? A sus padres.
Nadie puede limitar la libertad y la educación de unos padres para con sus hijos. Todo lo demás son intentos de manipular a unas personas desde su más tierna edad.
Y en Navarra al unísono, pero con la asignatura de religión para eliminarla de la escuela. Y no salió bien. El PSN se abstuvo por el problema que generaba la propuesta de su socio Geroa Bai al pretender que los profesores de religión, al quedar sin trabajo, se incorporaran a enseñar otras asignaturas. Y prevaleció el voto de Navarra Suma.
De momento, la religión permanece en las escuelas, pero ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuándo volverá el sectarismo más rancio y retrógrado a intentarlo?
