En la imagen, tráfico en la en la M-30 en Madrid. NAVARRAINFORMACIÓN.ES
La seguridad vial ha vuelto a la agenda política y mediática. Es la receta junto con la reducción a 90 km/h del límite en carreteras secundarias que muchos expertos consideran clave para explicar el descenso de las muertes de tráfico. Y no solo en verano, porque, a cuatro meses de terminar el año, hay 96 fallecidos menos que en 2018
Desde el 1 de enero y hasta el 5 de septiembre, con datos provisionales de la Dirección General de Tráfico (DGT) y, por tanto, en las 24 horas siguientes al siniestro, han perdido la vida en carreteras interurbanas 725 personas. En el mismo periodo de 2018 lo hicieron 821, lo que supone un 12 por ciento menos.
En todos los meses, a excepción de marzo, se ha registrado un número menor de fallecidos respecto al año anterior. Especialmente notable es la reducción de este junio al pasar de 114 a 79 víctimas y, sobre todo, de agosto, el mejor mes desde que hay estadísticas oficiales con 101 muertos, treinta menos que en 2018.
Tras doce años de bajadas, 2016 cambió el trazado de la curva descendente de la gráfica de la siniestralidad. 2017 también fue negativo, mientras que en 2018 se vislumbró una mejoría, con una reducción del 1,5 por ciento de fallecidos.
Los primeros nueve meses de este año están marcados por la primera medida que puso en marcha el director general de Tráfico, Pere Navarro, para atajar de lleno el repunte. Un real decreto aprobado por el Gobierno y en vigor desde el 29 de enero cambiaba el límite máximo de velocidad de 100 a 90km/h en las carreteras convencionales en las que cada año se dejan la vida 1.000 personas, siete de cada diez muertos.
El propio ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, pero también expertos en seguridad vial consideran que, aunque es pronto para analizar el impacto real de esta medida, la reducción a 90 km/h ha dado muy buenos resultados. Solo en julio y agosto en este tipo de vías han descendido un 23 por ciento las víctimas mortales que fueron 145, la cifra más baja también de la serie histórica en estas carreteras.
Más allá de esta medida, responsables de entidades y organismos vinculados con la seguridad vial explican a Efe cuáles son los factores que pueden estar detrás de unos datos «menos malos», como resumió Marlaska, así como los retos pendientes. Todos coinciden en señalar el «alarmante» aumento de motoristas y ciclistas fallecidos.
Precisamente, el actual Gobierno tiene en el cajón un plan de motocicletas para poner en marcha, pero que con la situación de bloqueo político está paralizado. Como también otras iniciativas, entre las que destaca la renovación del carné por puntos con sanciones más duras para el uso del móvil, la regulación de los patinetes en ciudad o los 30 km/h en las calles de una sola dirección.
JORGE CASTELLANOS. Jefe de Seguridad Vial del RACE
«Hay un efecto claro en la reducción de la velocidad de las convencionales. Se ha atacado ese problema y ha tenido resultado», asegura Castellanos que destaca que la iniciativa ha tenido mucha incidencia en verano donde existe mucho desplazamiento corto en secundarias entre poblaciones en fiestas.
Con todo, opina que no todo se puede «fiar» a la velocidad. «Hay que empezar a gastarse el dinero en las carreteras secundarias y mejorarlas para que se puedan parecer a las autovías».
La mayor presencia de agentes en la carretera -la DGT reforzó en 300 efectivos la vigilancia- y otras medidas como los drones han «calado» en una mayor precaución al volante.
JACOBO DÍAZ. Director general de la Asociación Española de la Carretera.
«No se puede atribuir a una causa ni los aumentos de la siniestralidad ni tampoco la reducciones. Yo creo que una de las razones del balance de lo que va de año es que la seguridad vial vuelve a estar encima de la mesa y el mensaje llega al conductor».
Esto no quiere decir, subraya Díaz, que en estos nueve meses el usuario se haya vuelto de repente «sensato», sino que el conjunto de que haya más guardias civiles, más radares, más campañas de sensibilización y más anuncios de medidas relacionados con la seguridad vial ha logrado que el conductor se comporte mejor.
Díaz considera fundamental actuar a partir de ahora en dos líneas: campañas y medidas específicas para los colectivos vulnerables que representan casi la mitad de las víctimas mortales e invertir en conservación y equipamiento de carreteras para reducir la lesividad de los accidentes, especialmente en los laterales de las convencionales donde cuatro de cada diez siniestros son por salida de vía.
RAMÓN LEDESMA. Asesor de Pons Seguridad Vial
«La diferencia con lo que ha ocurrido otros años es que ha habido gestión política. Este Gobierno ha tenido la valentía de reducir la velocidad en las carreteras secundarias», deja claro Ledesma, que considera que esta medida ha ido directa al problema.
Como el resto de expertos consultados incide en que la mayoría de víctimas mortales ocurren en estas vías y que, por tanto, si los vehículos circulan más despacio y sufren una colisión, las consecuencias no son iguales a una velocidad que a otra.
Ledesma confía en que 2019 suponga un punto de inflexión en la cifra de fallecidos con una reducción que vaticina puede estar entre el 10 y el 15 por ciento.
FRANCISCO CANES. Presidente de la Asociación DIA de Víctimas
Canes asegura que, pese a las palabras del ministro del Interior, es pronto para hablar de un cambio de tendencia en la disminución de las víctimas mortales. «Una tendencia tiene que alargarse más en el tiempo, son datos buenos pero se tienen que consolidar».
Sin embargo, admite que la mejor campaña para conseguir esta reducción ha sido derivar la vigilancia y control de las autovías a las carreteras convencionales.
«Ahora es necesario que haya un Gobierno estable que planifique y cuente con presupuesto para adoptar medidas a medio y largo plazo», insta Canes. EFE
