La séptima semana del juicio del proceso independentista en Cataluña tendrá entre sus testigos más relevantes al teniente coronel de la Guardia Civil que lideró la investigación sobre los preparativos del 1-O, unas pesquisas cuestionadas por las defensas y que nutrieron la causa del Tribunal Supremo contra la cúpula independentista.
Además del mandos del instituto armado responsable de gran parte de los atestados de la causa del procés, a partir de mañana desfilarán ente el Supremo otros guardias civiles y mossos d’esquadra que presenciaron registros del 20S, así como los observadores internacionales que supuestamente designó el Govern para el 1-O.
La testifical de Daniel Baena, jefe de la policía judicial de la Guardia Civil en Cataluña y máximo responsable de la investigación sobre el 1-O, está prevista para la mañana del próximo martes; por la tarde, lo hará su número dos al frente de la causa judicial que dio pie a los registros del 20S y la detención de varios altos cargos del gobierno catalán.
Ambos interrogatorios se prevén extensos, no solo por el papel clave de esos mandos en los informes elaborados por el instituto armado sobre la hoja de ruta del procés, sino también porque están en el punto de mira de las defensas, que dudan de su imparcialidad y cuestionan su excesivo protagonismo en la instrucción de la causa del 1-O, bajo secreto de sumario durante meses y que incluyó escuchas telefónicas.
La Guardia Civil entró en juego para indagar la organización y financiación del 1-O a raíz de la denuncia que presentó un particular por las polémicas revelaciones del exsenador de ERC Santi Vidal, que en varias conferencias aseguró que el Govern tenía «camuflada» una partida de 400 millones para el referéndum y la independencia y que había obtenido ilegalmente los datos fiscales de los catalanes.
Los informes que el instituto armado elaboró en el marco de la causa que dirigía el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona sirvieron también para alimentar la causa del Supremo contra el Govern cesado y los «Jordis» y para dar sustento a las tesis de las acusaciones.
El interrogatorio a Daniel Baena resulta crucial para las defensas, en su intento de desacreditar la neutralidad de unos informes policiales que dan aire a las acusaciones de rebelión y malversación, máxime cuando atribuyen al teniente coronel un perfil anónimo de Twitter beligerante con el independentismo.
Para mañana, están previstos los interrogatorios de dos guardias civiles cuyo testimonio puede ser fundamental para aclarar el alcance de las concentraciones ante los edificios donde se practicaron los registros del 20S ordenados por el juez del 1-O: el oficial al mando de los efectivos de la Guardia Civil que entraron en Economía y el responsable del dispositivo de seguridad.
Entre el miércoles y el jueves, proseguirán las declaraciones relacionadas con los incidentes durante esa jornada -en los que la Fiscalía se basa en parte para argumentar el delito de rebelión-, con la testifical de varios guardias civiles y mossos d’esquadra movilizados con motivo de los registros.
Además, el jueves declararán como testigos varios agentes del instituto armado por las protestas independentistas contra la Guardia Civil que tuvieron lugar en Valls (Tarragona), Reus (Tarragona) e Igualada (Barcelona).
El miércoles 27, será el turno de los observadores internacionales del referéndum, entre ellos la neozelandesa Helena Catt -que según la Fiscalía lideró una expedición de expertos, pagada con fondos del Diplocat, para supervisar el 1-O-, así como el exdiputado del Bundestag Felix Von Grundbergm y la parlamentaria de Quebec Manon Masse, quienes testificarán por videoconferencia. NAVARRA INFORMACIÓN/EFE