El fiscal general de Arabia Saudí, Saud al Moyeb, anunció hoy que ha pedido la pena de muerte para cinco personas acusadas del asesinato en el consulado saudí de Turquía del periodista Jamal Khashoggi y que ha presentado cargos contra otros seis, además de asegurar que el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, no estaba al tanto del crimen.
El fiscal acusó al subdirector de los servicios secretos del reino, Ahmad Asiry, de organizar la operación, que tenía como objetivo «devolver» a Khashoggi a Arabia Saudí, y aseguró que la orden del asesinato partió del jefe de la delegación enviada a Turquía, cuyo nombre no citó.