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El sindicato ELA ha reiterado hoy su oposición a la llegada del Tren de Alta Velocidad a Navarra, más aún tras advertir que el Tribunal de Cuentas Europeo subraya que la construcción del TAV «obedece a intereses políticos», con un coste de 25 millones de euro por kilómetro
Así lo recoge ELA en una nota, en la que advierte de que «el rebautizado como Tren de Altas Prestaciones de Navarra es un proyecto sin rentabilidad económica ni social y un disparate medioambiental».
El sindicato asegura que lleva años denunciándolo, pero el Informe del Tribunal de Cuentas Europeo «lo ha confirmado», con conclusiones como la de que «se ha construido un red ineficiente de líneas estatales mal conectadas» o de que la decisión de construir líneas de alta velocidad «a menudo se basa en consideraciones políticas, y por lo general no se recurre a análisis coste-beneficio para una toma de decisiones rentables».
El alto precio de la infraestructura, el hecho de no considerar la solución alternativa de modernizar las líneas convencionales existentes, los sobrecostes y retrasos como «norma», o el escaso número de pasajeros potenciales suficiente en su zona de influencia en la mayoría de los tramos auditados, son otras de las conclusiones europeas que destaca ELA.
Con todo ello, el sindicato exige que se abandone este proyecto «porque no defiende un modelo territorial y social sostenible» y reclama que «se abra un debate social de verdad, para que la ciudadanía decida que política de transporte quiere y para que tengamos un modelo territorial y social más justo». EFE