Iberdrola obtuvo en 2017 un beneficio neto de 2.804 millones de euros, un 3,7 % más, gracias al negocio de redes, principalmente en EEUU, de renovables y a la integración desde septiembre de Neoenergia en Brasil, mientras que en España la sequía provocó un pobre comportamiento de la producción eléctrica.
Según ha comunicado hoy el grupo eléctrico a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el año pasado invirtió 5.891 millones de euros, un 38 % más, especialmente en los negocios regulado, de energías renovables y de generación mediante contratos a largo plazo.