La opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) no ha presentado candidatos porque considera que estas elecciones son inconstitucionales
Los venezolanos están llamados este domingo a elegir a los miembros de la Asamblea Constituyente que ha convocado el presidente, Nicolás Maduro, un proceso que ha suscitado la crítica interna e internacional y ha alejado aún más la posibilidad de alcanzar una solución negociada a la crisis que arrastra el país.
De las elecciones de este 30 de julio saldrán las 545 personas que formarán la Asamblea Constituyente con el encargo de redactar una nueva Carta Magna que sustituirá a la promulgada en 1999 bajo la Presidencia de Hugo Chávez.
Sin embargo, la convocatoria de esta Asamblea Constituyente ha despertado las encendidas críticas de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), de conocidos chavistas, como la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, y de la comunidad internacional por cómo se ha llegado a este punto.
Maduro convocó el 1 de mayo la Asamblea Constituyente y descartó celebrar un referéndum, algo que sí hizo su antecesor hace 18 años. Para la MUD y para la fiscal general es ilegal porque, de acuerdo con la Carta Magna, solo el pueblo «puede convocar». El oficialismo, por su parte, se agarra a que la Constitución concede al presidente «la iniciativa de convocatoria».
La MUD ha denunciado que este diseño favorece el dominio oficialista de la futura cámara porque la distribución territorial se ha hecho por municipio sin tener en cuenta el número de habitantes, algo que, según ellos, beneficia a las zonas rurales, de tendencia chavista, frente a las ciudades, donde la adhesión al Gobierno ha comenzado a diluirse.
Además, la oposición ha advertido de que los sectores sociales elegidos son de marcado carácter oficialista debido a que muchos dependen directamente del Gobierno por las ayudas sociales que reciben.
En este contexto, la MUD ha optado por no presentar ningún candidato, por lo que los más de 6.000 aspirantes registrados proceden en su totalidad del ‘chavismo’. Asimismo ha descartado boicotear la elección de la Asamblea Constituyente, como habían planteado antes algunos dirigentes, pero han realizado una llamada a sus simpatizantes a concentrarse pacíficamente en las principales arterias viales para protestar.
No son unas elecciones presidenciales sino unas elecciones con candidatos únicamente maduristas que se encargarán de trabajar en una nueva Constitución que mantenga a Maduro en el poder pase lo que pase.