Acierta el Rey Felipe al reivindicar la españolidad de Gibraltar delante de las narices del Parlamento británico. En un viaje en el que la Reina Isabel de Inglaterra parece estar tirando la casa por la ventana delante de sus invitados/parientes españoles, ya que a partir de agosto sus apariciones oficiales van a reducirse al mínimo, no viene mal que, ante tantas palabras rimbombantes que se están ya oyendo en los discursos, se oiga algo que España viene reivindicando desde hace ya tres siglos y que organizaciones como las Naciones Unidas (ONU), hace ya tiempo, recomendaron la devolución de Gibraltar a España.
No parece eso sí que el Parlamento y el Gobierno británico vayan a hacer mucho caso a las palabras del Rey de España, pero por lo menos, lo oyen, y encima, en uno de sus lugares más emblemáticos.
Hace ya unos meses la Unión Europea avisó a Reino Unido de que Gibraltar quedaba fuera de las negociaciones sobre el Brexit o, lo que es lo mismo, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Gibraltar es el único territorio, sito en el viejo continente, que aún se mantiene como una colonia dentro de un país soberano. Es una situación que todo el mundo, salvo, eso sí, los británicos, rechaza por considerarlo simple y llanamente un anacronismo histórico y más cuando ello se produce entre dos países pertenecientes a una misma organización.
La “determinación” sobre Gibraltar que ha mostrado el rey, bien pudiera haber sido realizada también por el gobierno del señor Rajoy. El ministro de Asuntos Exteriores español, señor Dastis, muy conmedido en sus actuaciones y en sus palabras, hasta ahora por lo menos, nunca había hablado en los términos utilizados por el Jefe del Estado, prueba de la escasa fe y del “bien quedar” del actual gobierno.
Es de esperar que, a partir de las palabras del Rey, el contencioso sobre Gibraltar adquiere un nuevo rumbo. Rumbo que desemboque en la soberanía española sobre le Peñón de Gibraltar
Gibraltar es un callejón sin salida diplomático… O la mejor oportunidad y excusa de hacer algo que cada día algunos británicos anhelan más: dar marcha atrás con el Brexit. Los británicos son el pueblo más astuto sobre la tierra y harán lo que más les convenza. El Rey… Un orgullo para todos.