Las luchas internas que existen entre los diferentes mandos policiales de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de este país y que han aflorado estas últimas semanas, revelan que la autoría de los atentados terroristas del 11 M dista mucho de haberse aclarado.
Resulta curioso que ahora se haya descubierto un soporte digital que estaba extraviado con información sobre el 11 M. Y resulta sorprendente que se diga que dicho soporte no contenía información suficiente para abrir una nueva línea de investigación. Las palabras delatan que dichos atentados, su investigación, se cerró en su momento en falso. A qué viene, entonces, eso de posibles nuevas líneas de investigación, puesto que si su autoría estaba clara, el caso estaría cerrado hace tiempo y no parece que eso haya sido así.
Que el nuevo ministro del interior, señor Zoido, nada más llegar al Ministerio haya tenido que solicitar, hasta por escrito, que se busque un informe perdido sobre el 11 M, es señal de que las cosas no son como parecen y sí que hubiera una investigación abierta al respecto.
Si algo en este caso parece que está claro, es que lo que sucedió, no fue obra solo de unos radicales musulmanes, sino que su preparación y realización fue también objeto de otros grupos, de otras personas que, hoy por hoy, continúan sin querer que la opinión pública lo descubra, puesto que pudiera cambiar radicalmente el punto de vista sobre lo sucedido.
Los ciudadanos deben saber la auténtica verdad de lo sucedido, no sólo la que les han contado hasta ahora. Sucesos como estos, en los que se pierde información y aparece otra nueva, sea o no relevante, demuestran que toda la verdad no se ha contado.
Pasado ya mucho tiempo, es hora de saber la verdad. Las victimas y sus familias merecen una respuesta.
Sin duda que se cerró en falso y ni la Corona ni los diferentes gobiernos han querido llegar al fondo de la verdad que algunos, cada año -y siempre que se pueda- venimos demandando. Ni «moritos» islamistas ni venganza yihadista por la «foto de las Azores, sino que todo apuntó, desde el principio, a un golpe de estado -orquestado (y toda orquesta tiene un autor, un director y unos músicos)- para cambiar el Gobierno del PP, en el que están implicados bastantes más que esos que se culparon en una sentencia sobre pruebas amañadas y testimonios incongruentes.
Seguiremos pidiendo la verdad y caiga quien caiga, por acción o por omisión, pactada o cobarde.
Habría mucho que hablar al respecto. ¿ Que hay de la teoría de la participación de otros grupos terroristas, de incluso algún político que otro e incluso «la cama» que hicieron mandos policiales al presidente Aznar? Por que se borraron pruebas, se escondieron los furgones de los trenes y aún hoy parece que la investigación no esta cerrada?
Esas són las autenticas cloacas….. y muchos de los que hoy están en el candelero tienen algo que ver en ello