Constitucionalmente hablando, el Rey, en este país es el Jefe del Estado, amén del Jefe del Estado Mayor de los ejércitos y el encargado de sancionar las leyes. No es, por tanto, una figura decorativa como algunos pretenden hacerle ser.
Que el proceso de investidura esté regulado es un hecho. Lo que no parece que sea ilógico es que pueda intentar mediar entre la clase política, ante la parálisis existente y la incapacidad manifiesta de los políticos.
Que esta mediación moleste a algunos, pudiera significar que estas personas manifiestan cierto rechazo hacia la figura de la Monarquía. No se entiende sino su actitud.
La Monarquía, históricamente, siempre ha superado, con creces, a otros sistemas políticos que ha tenido este país, caso de dictaduras o repúblicas. Quizás mostrando más apoyo hacia la figura real y menos críticas, las cosas irían mejor.