Cuarenta personas fueron detenidas tras el ataque de la noche del sábado contra la embajada saudí en Teherán, anunció el fiscal de la capital de Irán este domingo, citado por la agencia Isna.
«Hasta ahora, 40 personas que entraron en la embajada han sido identificadas y detenidas. La investigación sigue su curso para identificar a los demás responsables de este incidente», declaró el fiscal, Abbas Jafari Dolatabadi.
Otras cuatro personas fueron detenidas en la ciudad de Mashhad, donde unos manifestantes atacaron el consulado.
El presidente iraní, Hasan Rohani, estimó este domingo que los ataques contra la embajada y un consulado saudíes son «totalmente injustificables». «La acción protagonizada anoche por un grupo de radicales en Teherán y Mashhad [norte], que causó daños en la embajada y el consulado saudíes, son totalmente injustificables», afirmó el presidente Rohani, según la agencia oficial IRNA.
Rohani pidió al ministro del Interior «trabajar con el poder judicial y el ministerio de Inteligencia para identificar a los agresores y llevarlos ante la justicia, para que se termine con estas acciones odiosas y se garantice la seguridad de las representaciones diplomáticas».
En la noche del sábado, unos manifestantes atacaron e incendiaron la embajada saudí en Teherán y el consulado del reino en la ciudad de Machhad. Los manifestantes lanzaron cócteles molotov contra la embajada y lograron entrar en el recinto, hasta que más tarde fueron evacuados por la policía.
Al mismo tiempo, el dirigente condenó la ejecución el sábado del líder chiita saudí Nimr Baqer Al Nimr, que originó la violencia.
El guía supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, había afirmado este domingo, horas después de que unos manifestantes atacaran la embajada del reino en Teherán, que Arabia Saudí sufrirá «la venganza divina» por ejecutar al líder chiita. «La sangre injustamente derramada de este mártir tendrá pronto consecuencias», dijo Jamenei a unos clérigos en la capital iraní, refiriéndose a Nimr Baqer Al Nimr. Por esa ejecución, «la mano divina lo vengará de los dirigentes saudíes», declaró el ayatolá Jamenei, según unas declaraciones recogidas por su página web oficial.
«Ese erudito oprimido no alentó a la gente a tomar las armas ni conspiró, solamente expresó críticas de forma abierta», añadió el guía supremo. «Dios no perdonará la sangre vertida de este inocente», insistió.
El ejecutado clérigo Nimr Bager Al Nimr, que pasó más de una década estudiando teología en Irán, un país chiita, había sido el líder que estuvo detrás de las protestas contra el Gobierno en el reino sunita de Arabia Saudí en 2011.
Los condenados —45 saudíes, un egipcio y un chadiano-, juzgados por diferentes motivos, fueron decapitados con un sable o fusilados en doce ciudades de Arabia Saudí. La mayoría eran yihadistas de Al Qaida.
