Que los partidos políticos buscan sin parar los votos de aquellos que aún están indecisos, es algo que entra dentro de la lógica electoral. No sorprende, por tanto, el gesto del cabeza de lista para las generales por parte nacionalista Koldo Martinez, al utilizar la bandera navarra en su discurso ante los medios de comunicación, o el que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, hable del respeto que se va tener al Amejoramiento desde el Gobierno de España.
Todo sea por ganar votos de estos indecisos que se calcula que a lo largo de la geografía española pudieran ser más de dos millones y aquí en Navarra cerca de 70000.
Hubiera, no obstante, que tener cuidado con lo que se dice ante el ciudadano navarro. La singularidad y estatus de esta tierra marcan una diferencia grande que todo político debería tener en cuenta.
Utilizar una bandera como reclamo electoral y, más, cuando se ha defendido a otra «a capa y espada». No debería servir para ganar votos de aquellos que no lo tienen decidido.
Utilizar la defensa del Amejoramiento para ganar votos, no debería servir para quien promete derogar una norma Transitoria que mediatiza el futuro de una tierra y no lo hace teniendo mayoría absoluta.
Los ciudadanos deben ser respetados por sus políticos y no ser engañados por ellos. De todas las maneras, ellos son los que tienen la última palabra. El 20D se acerca.
