El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha afirmado hoy que el proceso soberanista de Cataluña «ha descarrilado», y ha defendido que la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy ha sido «contundente, pero sin estridencias, y los nacionalistas han topado con el muro de la ley».
Casado, quien ha presentado la intervención en el Fórum Europa-Tribuna Mediterránea del presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, ha valorado la posición de los demás partidos que se han unido a un consenso «básico» en el cual el Gobierno está haciendo cumplir la ley en este asunto.
A su juicio, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, «está más solo que nunca», mientras que Esquerra y la CUP «se está aprovechando de su huida hacia adelante para intentar imponer algo que ya ni sus propios votantes están viendo como posible».
Por ello, ha considerado que, «cuanto antes, lo que tienen que hacer es preocuparse por los problemas reales y dejar de envolver en la Señera los casos de corrupción y de quiebra de los servicios públicos», como han hecho hasta ahora.
Casado se ha pronunciado además sobre la decisión del comisario jefe de los Mossos de Esquadra de que los agentes de este Cuerpo le remitan a él los casos posibles de sedición para decidir los que se denuncian y los que no, y ha manifestado que, «por mucho que diga algún funcionario público», los Mossos «están obligados a informar de cualquier irregularidad» en este proceso.
Por otra parte, el dirigente popular ha considerado que la Comunidad Valenciana está siendo un «banco de pruebas para el neonacionalismo valenciano, unido al populismo de aquellos que venían a dar lecciones de regeneración» y que en apenas cuatro meses se han quedado en «palabras vacías».
Casado ha reivindicado que las Administraciones del PP han sido «un dique frente al nacionalismo y al populismo», y que «vienen a ser lo mismo» pues hacen de la «diferenciación perpetua» su modo de subsistencia.
Ha cuestionado la actuación de los llamados «alcaldes del cambio», como Manuela Carmena (Madrid), Joan Ribó (Valencia) o Ada Colau (Barcelona), quienes «no están mejorando la vida de las personas», ante los que el PP debe actuar como «dique frente a las políticas que no conducen a nada más» que a «demoler instituciones» o «reescribir constituciones».
Casado ha cuestionado además las prácticas de nepotismo y que empiecen a ver la democracia «como la capacidad de entrar en los sistemas para luego vaciarlos institucionalmente».
«Frente a estas peligrosas nuevas experiencias políticas, el PP sigue donde siempre ha estado: en defender la prosperidad» y generar riqueza en las personas, ha indicado el vicesecretario popular.
