Votarán por «declarar solemnemente el inicio del proceso de creación del Estado catalán
JxSí y la CUP han registrado en el Parlamento de Cataluña una propuesta de resolución conjunta para que el pleno de la cámara apruebe el «inicio del proceso» independentista hacia una república.
El texto lo han registrado Jordi Turull (CDC) y Marta Rovira (ERC), por parte de JxSí, y Antonio Baños y Anna Gabriel por parte de la CUP.
En el próximo pleno, el primero de la XI Legislatura, ambos grupos votarán a favor de «declarar solemnemente el inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república».
Esta iniciativa se debatirá en un pleno extraordinario que se prevé para antes del de investidura -la CUP es reticente a apoyar a Artur Mas-, un pleno este último que cómo máximo debe celebrarse el próximo 9 de noviembre.
La resolución prevé que en un plazo máximo de 30 días se inicie la tramitación de las «leyes de proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública», que deben servir para poner las bases de estructuras de Estado imprescindibles para la «desconexión democrática» de Cataluña con respecto al conjunto de España.
Un día después de la sesión constitutiva del Parlament, en la que la nueva presidenta de la cámara, Carme Forcadell, concluyó su primer discurso con un «Viva la república catalana», JxS y la CUP han registrado esta propuesta de resolución que también tiende la mano a formaciones como Catalunya Sí que es Pot partidarias del derecho a decidir y de abrir un proceso constituyente.
Iniciar el proceso independentista
En el primero de los nueve puntos de los que consta la resolución se hace notar que el mandato democrático obtenido el 27S refleja una mayoría de diputados independentistas y «una amplia mayoría soberanista en votos y escaños que apuesta por la apertura de un proceso constituyente no subordinado».
El texto plantea declarar «solemnemente el inicio del proceso de creación del estado catalán independiente en forma de república» y proclamar la apertura de un proceso constituyente ciudadano, participativo, abierto, integrador y activo» para «preparar las bases de la futura constitución catalana».
El texto procura evitar el empleo explícito del término «desobediencia» que defendía la CUP, pero sí deja claro que el Parlamento catalán, como «depositario de la soberanía y expresión del poder constituyente», y el «proceso de desconexión democrática» de España «no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado español, en particular del TC», a quien JxS y la CUP consideran «deslegitimado y sin competencia».
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