La concejala de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) del municipio de Torredembarra que fue quien destapó el escándalo de las comisiones del 3%. Decía ayer en declaraciones a un medio informativo, que la corrupción descubierta en Cataluña, no era nada si la comparábamos con lo quedaba.
Los hijos del antiguo presidente de Cataluña, Jordi Pujol, han sido acusados formalmente de varios delitos, destapándose una red de la que no se sabe qué sorpresas podrían deparar. Uno de los miembros de dicha red, es curiosamente el marido de la, hasta hace pocos meses, miembro del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Tras su marcha, dicho tribunal aceptaba los recursos presentados por la Fiscalía, para iniciar procedimientos contra el clan de los Pujol y contra Convergencia, el partido de Arturo Mas, acusado presuntamente, también, corrupción.
No extraña, por tanto, las ansias de independencia actuales. Con una justicia diferente a la actual, el «cortijo catalán» de Pujol y su partido, Convergencia, se verían libres de estas acusaciones.
Los catalanes deberían preguntarse, cómo han dejado manipularse por unos individuos que, utilizando ideologías que son más corazón que realidad, «campan por sus respetos», pura y llanamente.