El vil asesinato de dos mujeres en Cuenca; el degollamiento de un bebé ayer, el asesinato de varias mujeres e incluso familias hace unos días… reflejan «un mundo de locos», una sociedad en la que valores tales como la protección de la vida o la protección del menor, son negados de una forma brutal.
Algo no funciona en una sociedad cuando el asesinato de personas inocentes se vuelve cotidiano, cuando es noticia un día y al otro se olvida.
Las leyes tampoco ayudan a solucionar esta situación. Hoy sorprende, por ejemplo, que tras los violentos incidentes ocurridos en Salou entre la policia y «manteros» no haya ningún detenido. Más de 30 agentes heridos y todo sigue igual, incluso se ponen en «tela de juicio» las versiones policiales.
Todos recordamos,también, lamentablemente, la excarcelación de pederastas, de etarras como consecuencia de la no aplicación de la doctrina Parot y muchos otros casos en los que la Justicia no funciona.
Habría que reflexionar el porqué de esta situación: una sociedad en la que prima el beneficio, en la que domina el capitalismo más feroz, en la que la debilidad se paga; una sociedad en la que los valores tradicionales desaparecen y nacen otros, imposibles de pensar hace pocos años.
Urge tomar las medidas necesarias, seguramente y en primer lugar, a nivel educativo, para que estás situaciones no queden solamente en una mera noticia más. Nuestra sociedad debe volver a los valores tradicionales, no pensar solo en el beneficio económico.