

La formación profesional, garantía de empleabilidad
El estudio, presentado hoy, plantea una serie de recomendaciones para desarrollar la formación profesional, que, señala, “ha pasado de ser el ‘hermano menor’ a ser el ‘hermano mayor’ de la inserción laboral” e incluso “puede ser la formación con mayores garantías de empleabilidad”. En concreto, “la formación profesional debe ser considerada como elemento estratégico de gran importancia para comenzar la recuperación económica y social”, señala el informe, que añade: “sin capital humano de primer nivel, el trabajo de investigadores y el dinero de las inversiones no tendrá contenido, y, por tanto, es necesaria una apuesta por la formación profesional, cercana a la empresa y parte de la empresa”.
“Es evidente que la Formación Profesional es una garantía de empleo en épocas como las actuales y que es necesario mantener la inversión para capacitar a los jóvenes navarros. Esta puede ser la vía más rápida hacia el empleo”, destaca este trabajo, que se apoya en datos como el de que, del conjunto de parados en Navarra, un 14,92% ostenta estudios en formación profesional. Una cifra muy por debajo de la de desempleados que tienen como máximo el graduado escolar o con estudios que no pueden acreditar, que representaría el 56%.
Formar personas, además de profesionales
El informe también hace hincapié en la formación como una vía de desarrollo persona. Ya que no solo hay que poner el foco en la aptitud del alumno, sino también en la actitud, es decir, la disposición al trabajo. Aun y todo, el estudio reconoce que “no es responsabilidad única de los docentes que, además de formar profesionales, formen personas. Es tarea de todos, familia, sociedad, centros, instituciones y profesores con el objetivo de crear personas que aporten valor añadido al conjunto de los ciudadanos y por ende a las empresas”.
En esta línea, se destaca, además, que no basta con tener la voluntad, sino que también cuenta la iniciativa. Es decir, “la disposición para aprovechar las oportunidades, perseguir los objetivos más allá de lo que se requiere o se espera, saltarse la rutina cuando es necesario para realizar el trabajo. Incluye saber identificar un problema obstáculo u oportunidad y llevar a cabo acciones que contribuyan a su solución”.
De hecho, los responsables de las empresas exponen que, además de la formación técnica, hay necesidad de formar en “algunos aspectos más trasversales que ahora mismo se consideran imprescindibles”. Se trata, en definitiva, de saber cómo funciona una empresa, de su organización o de cómo se gestionan las relaciones laborales.
Que la empresa y el mundo educativo establezcan “vasos comunicantes”
El informe también hace una serie de propuestas con el fin de “crear un marco, una estrategia en la que la empresa se sienta cómoda, y donde se reconozca su papel formativo”. Así, se apuesta por establecer “verdaderos vasos comunicantes” entre la empresa y el mundo educativo. En esta línea, por ejemplo, se reconoce que “la FP dual requiere que la empresa se convierta en un gran activo formador, en el gran protagonista de la formación del alumnado, conjuntamente con el centro educativo. Ello lleva implícito un cambio necesario tanto en el ámbito empresarial como en el modelo educativo”.
Para descargar el estudio, pulse aquí.